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ATLETISMO

Espectacular Templar Race con 1753 valientes

La prueba ha regresado este domingo tras cuatro años con récord de participación

Uno de los macrobstáculos en el recorrido
Uno de los macrobstáculos en el recorrido
S.E.

Un regreso por todo lo alto. La Templar Race de Monzón ha celebrado este domingo su novena edición, la primera tras un parón de cuatro años por la pandemia de Covid. Y desde luego que había ganas de volver a participar en esta carrera de obstáculos, toda una referencia nacional en esta modalidad, ya que se ha batido el récord de participación, con 1753 valientes que se han lanzado a completar una de las tres modalidades.

Con una buena climatología durante toda la mañana, la jornada ha comenzado a las 11 horas con la salida para la prueba de 15 kilómetros, la denominada Caballeros Templarios, la prueba reina del día. A la vez, han salido los participantes en la prueba familiar, que se realizaba en grupos de dos o tres personas de los que al menos uno debía ser menor. Y media hora después ha partido la prueba de 8,5 kilómetros, la denominada Sargentos Templarios. La prueba de los sargentos fue la más numerosa con poco más de un millar de participantes. Y cabe destacar que más de la mitad de los participantes eran llegados de fuera de la provincia de Huesca, y muchos de fuera de Aragón.

Momento de la salida de la prueba Caballeros Templarios
Momento de la salida de la prueba Caballeros Templarios
S.E.

Los participantes, como es obligatorio, portaban su camiseta, blanca o negra según la distancia y rosa en la prueba familiar, y con la cruz templaria en el pecho. Además, esta carrera de obstáculos, que prima sobre todo el reto personal de cada participante, el que termine y reciba su medalla acreditativa, tenía un aliciente especial y emotivo. Se buscaba que cada participante corriera en recuerdo y homenaje de algún familiar o amigo que haya perdido en los últimos tiempos, como una manera de darle otro sentido a esta carrera.

Como cada año, la salida ha sido uno de los momentos más espectaculares. H habido un discurso previo, entre tambores y bombos, y los corredores han salido tras un jinete templario que a caballo ha abierto los primeros metros.

Por el camino de los dos itinerarios, más de cuarenta obstáculos, tanto naturales como el río, muros, rampas y escaleras, como otros artificiales como pacas de paja, neumáticos o contenedores. Además, junto a estos obstáculos, varios ‘macrobstáculos’ patrocinados por diferentes empresas como una torre, el descenso de varios andamios o una bajada por tubos.

La carrera ha partido de la calle Juan de Lanuza para dirigirse al río, pasar por el ayuntamiento, catedral, dar un rodeo al castillo y acabar en la zona de la Fuente del Saso.

Y como dato curioso, uno de los patrocinadores premió a los primeros, chico y chica, de las dos carreras que llegaran a meta con una mochila de 20 y 10 kilos de peso a la espalda con su peso en papel higiénico. Un premio curioso pero para el que más de uno se cargó la pesada mochila de principio a fin.

En cuanto a las clasificaciones, en la carrera corta los tres primeros fueron Lorenzo Bellés, Fernando Jaldín y Adrián Aranda, y las tres primeras Marta Montaner, Roxana Bota y Anna Zúñiga. El equipo ganador fue Destranghis Monzón, compuesto por Alejandro Recio, Sergio Baena y Víctor Peinado.

En la prueba larga el equipo ganador fue Calvin Run con Álvaro Labrador, Javi Arias y Sixto Labrador. Los tres primeros han sido Alberto Susín, Jordi Ballarín y Javier Barros en chicos y Scherezade Higueras, Silvia García y Marta Millaruelo en chicas.