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peña guara/turismo por el alto aragón

Ruta desde Hoz de Jaca a Panticosa por parajes poco frecuentados

Foto de grupo de los participantes
Foto de grupo de los participantes
Peña Guara

En la presente travesía, que ha tenido lugar entre las poblaciones de Hoz de Jaca y Panticosa, hemos recorrido lugares muy poco frecuentados que nos han permitido contemplar increíbles vistas del Valle de Tena así como de las sierras Partacua y Tendeñera.

Partiendo del mirador de Hoz de Jaca, desde donde pudimos apreciar la impresionante vista del entorno del embalse de Bubal, atravesamos el pueblo para ascender a continuación por un fresco y bonito sendero rodeado de espesa vegetación, y que estaba señalizado en la tablilla como "Ibones".

Después de cruzar varias veces la pista que lleva a la estación de esquí de Panticosa y de caminar un par de kilómetros por la misma, nos dispusimos a almorzar mientras contemplábamos la panorámica de la Sierra de la Partacua, así como de los pueblos situados a la orilla del embalse de Bubal (Piedrafita, Tramacastilla, Sandiniés, Escarrilla...).

El grupo en otra etapa de la ruta.
El grupo en otra etapa de la ruta.
Peña Guara

Abandonamos la pista para introducirnos en el colgado, herboso y solitario valle de la Ribereta (o Coronazo, o Estatiecho). Ascendimos por el mismo hasta alcanzar el collado de Bozuelo. Bonitas vistas del entorno: Ibón de los Asnos, agrestes paredes de Peña Blanca y Peña Roya, pico Sabocos y sierra de Tendeñera, pico del Verde... Hacia el norte se situaba la punta del Mandilar, a donde ascendieron varios integrantes del grupo, que aún iban sobrados de fuerzas.

Descendimos hacia el ibón de los Asnos y seguidamente hacia el de Sabocos. Buen momento para comer y efectuar un merecido descanso. Refrescante baño de pies en el ibón y algún que otro chapuzón.

A partir de aquí iniciamos el descenso hacia el agreste barranco de Travenosa. La senda tenía tramos pedregosos por lo que hubo que caminar despacio y con cautela. Más adelante, acercándonos al barranco, la senda se hace mucho más cómoda atravesando agradables laderas de prados flanqueados por bojes, pinos y servales. El tramo final paralelo al río Bolática, por el interior de un tupido bosque, nos condujo hasta el turístico pueblo de Panticosa.