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Pachi Giné: "Las amistades del deporte surgen espontáneas y son perpetuas"

El presidente del Balonmano Huesca, asesor de profesión y tradición, es una persona de "vida tranquila" y "marcada por el trabajo", a la que le apasiona el deporte y su ciudad

Pachi Giné: "Las amistades del deporte surgen espontáneas y son perpetuas"
Pachi Giné: "Las amistades del deporte surgen espontáneas y son perpetuas"
P.S.

HUESCA.-" Las amistades del deporte surgen espontáneas y son perpetuas", dice Pachi Giné. Quizá sea eso lo que le ha mantenido siempre vinculado al deporte, que ha sido y es una de sus pasiones durante sus sesenta años, casi recién cumplidos.

Giné, asesor de profesión y tradición familiar y presidente del Balonmano Huesca por vocación y pasión, nació en Huesca, una ciudad a la que se siente indisolublemente unido. Cuenta que desde niño siempre se ha sentido muy vinculado al Casco Histórico. Tiene los recuerdos de "jugar en la calle cuando no pasaban coches. Entonces éramos todos los críos una gran familia. Subraya que se juntaban de distintas edades, lo que resultaba enriquecedor y "curioso". Recuerda un "ambiente tranquilo" y cree que fue entonces, en medio de "una infancia feliz", cuando fue naciendo y creciendo "el cariño a la ciudad".

Tras ir a la escuela en la Normal, pasó al Instituto Ramón y Cajal, que fue donde se inició en el balonmano. "Por allí pasamos casi todos los de la directiva del Balonmano Huesca", recuerda. Ahora, cincuenta años después, tiene compañeros de trabajo con los que compartió pupitre. Del instituto destaca que "pese a estar en el franquismo, había más libertad que en los colegios religiosos".

Allí encontró un equipo de balonmano "donde se respetaba" y señala que el ambiente le "cautivó". Coincidió con otros directivos actuales, como los Montorio o Udina. "Me enganché totalmente", reconoce. Fueron años muy buenos, con un equipo que fue campeón provincial. "Eso nos facilitó salir de Huesca, pudimos jugar sectores y campeonatos, sobre todo, en Cataluña y el País Vasco" en unos momentos en los que era excepcional viajar. Para todo el equipo supuso "un crecimiento como personas".

Posteriormente estudió Empresariales en Zaragoza y allí también jugó en la Universidad.

"No fui muy buen estudiante", señala Giné, aunque siempre le ha "llamado la atención la economía" y se sacó la licenciatura después de la de Empresariales. Ya de mayor, reconoce que ha puesto más interés en la formación y sacó también la titulación de Auditor de Cuentas.

A la asesoría llegó por tradición familiar. Es la "tercera generación", tras su abuelo y su padre. La empresa, como él, tiene 60 años. Le "gustaba" y suponía mantener el negocio familiar y el sacrificio anterior. Giné señala que le "ha marcado el trabajo", al que ha dedicado muchas horas. Lo cuenta con normalidad, como algo asumido. "En mi casa sólo vi trabajar" y le tocó ayudar "como a todos en mi generación. Es algo que era así". También añade que "el trabajo autónomo es muy intenso" y requiere "esforzarse al máximo". Además, cuenta que la asesoría cambia mucho y de forma constante y las necesidades son muy distintas y hay que adaptarse. Es ahora cuando se permite "un poco más de tiempo libre y algún homenaje".

El intenso trabajo es algo que también ha asumido su familia. Casado y con tres hijos, una ya independiente y otros dos estudiando, se siente muy afortunado de compartir la vida con su mujer y sus hijos. Le provoca mucha satisfacción ver que "cada uno es distinto y tiene sus facetas" y no se plantea que alguno de ellos quiera seguir con la empresa familiar. Para una persona a la que le gusta llevar "una vida tranquila" uno de sus hábitos es compartir paseos con su mujer y con su perro.

"Hay tres cosas de las que estoy orgulloso, de ser oscense, de ser de Peña Guara y de ser del Balonmano Huesca", dice y recoge así su pasión deportiva.

Su padre ya le hizo de Peña Guara de niño y mantiene ese cariño y el amor por la montaña, de la que "disfruta muchísimo . También ha sido un apasionado de la bicicleta y llegó a hacer dos Quebrantahuesos.

Y en lo tocante al balonmano, resume su pasión con una frase contundente: "Tengo tres hijos dentro del matrimonio y uno fuera, que es el Balonmano Huesca". Su relación con el club es casi paterno-filial: "Me resulta difícil desvincularme, piensas las 24 horas en él. Lo mismo les pasa a mis compañeros y lo haces con gusto", aunque a veces pueda hacerse pesado. Giné reconoce que "no da tiempo a disfrutar" y que "siempre recuerdas más quién estaba en los peores momentos que en los mejores".

Esta temporada ha resultado muy dura. "Cuando el equipo estaba "en el pozo, yo recordaba a los compañeros que estuvimos en finales de Copa del Rey, de Copa Asobal, que jugamos en Europa y que empezamos con las manos en los bolsillos y silbando. Nos ha costado mucho y hay que llevar la cabeza bien alta". Su máximo interés en el club es que los chavales practiquen y disfruten del balonmano y que "aprendan los valores del deporte". Lo demás, es un añadido.

Aficionado a la lectura y a la música clásica y el jazz, nunca se le ha pasado por la cabeza irse de Huesca. "Aquí está mi familia, mis amigos y mi tierra. Si estuviera una semana sin asomarme y ver el Salto de Roldán, me entraría una depresión. He sido muy feliz aquí y aquí me quiero morir", sentencia este oscense orgulloso de serlo.