Baloncesto

BALONCESTO - LEB ORO

Un estreno entre la esperanza y algunos problemas habituales

Levitec Huesca cayó en Palma con firmeza defensiva pero dificultades para anotar con fluidez

Un estreno entre la esperanza y algunos problemas habituales
Un estreno entre la esperanza y algunos problemas habituales
PALMER PALMA BSA

HUESCA.- El estreno de Óscar Lata en el banquillo del Levitec Huesca se saldó con una derrota en la pista del Palmer Palma por 68-61 y en la misma se mezclaron la esperanza que supuso ver al equipo competir por la victoria con un rival, a priori, superior, y la confirmación de parte de los problemas que lleva arrastrando el equipo durante buena parte de la temporada y que, en algunos casos, parecen estructurales.

Lata apenas lleva una semana al frente del equipo y toca seguir trabajando para solucionarlos o, al menos, esconderlos o compensarlos del mejor modo posible. Tras el partido dejó también un mensaje claro: el equipo necesita más herramientas y tiene que "mejorar los conceptos".

En el lado positivo, Levitec Huesca peleó hasta el final por la victoria. Su nuevo entrenador valoró el carácter y el esfuerzo. Y hay que destacar que incluso cuando el partido se puso más negro, con diez puntos de desventaja al comienzo del último cuarto, el Peñas siguió luchando y se metió de nuevo en la pelea ya cerca del final.

Otra nota positiva fue dejar a un equipo netamente ofensivo en 68 puntos. El equipo hizo un importante esfuerzo defensivo, a los locales les costó anotar y Levitec incluso fue capaz de minimizar la ventaja física que tenían los baleares, aunque se notó en algunos momentos y especialmente en algunos duelos individuales, como los de Mackenzie con sus atacantes.

El juego interior del equipo mostró que pese a no tener muchos centímetros, es suficientemente aguerrido para compensarlo, al menos en parte. Ahí estuvo la labor de Ramón Vilà y de Will Butler. Levitec dio la batalla en el rebote, aunque los palmesanos consiguieran alguna posesión extra.

Y se cometieron más faltas que en otras ocasiones, que en este caso, es un aspecto positivo, porque implicaba una tensión necesaria.

Como otra nota positiva se puede incluir la aportación del juego interior peñista, con el rendimiento de Will Butler y Patrick Onwenu, que prácticamente debutaba. El equipo ya tiene con ello más armas en este aspecto, aunque tiene que explotarlo mucho más. Pero Butler tuvo más minutos y protagonismo que en otros duelos y estuvo también intenso, hasta el punto de incluso robar algún balón. Y Onwenu demostró que puede aportar aquello que se dijo cuando se le incorporó: lanzamiento exterior e intensidad física. Desde fuera metió dos de cuatro triples, con una mecánica poco ortodoxa pero efectiva, y fue capaz de hacer también algún mate y ser agresivo hacia el aro.

Lata repartió más los minutos entre sus jugadores. Lafuente jugó 33 minutos, pero ninguno más pasó de 30 y Urdiain, Corvalán o Butler aumentaron su presencia en el parqué.

POCA ANOTACIÓN

Y entre los problemas del equipo, uno no menor es la dificultad anotadora. El equipo recibe pocos puntos, pero sigue anotando menos aún.

El acierto sigue siendo muy bajo y fue, sin duda, uno de los lastres que llevó a la derrota. El 29 por ciento en triples fue una rémora. Y más teniendo en cuenta que el equipo volvió a tenerlo como principal recurso. El equipo tiró 31 veces desde más allá de 6,75 y 32 veces en tiros de 2, prácticamente lo mismo. La productividad en tiros de 2 tampoco fue más alta. De hecho, el equipo realizó 14 de 32 (un 44 por ciento), que le dieron 28 puntos por los 27 que consiguió desde la línea de 3 con un tiro menos. El 0/8 de Cubillán fue lo más llamativo desde la línea de 3 puntos y varios de esos intentos fueron sucesivos en el último cuarto. Sólo Onwenu fue capaz de alcanzar los 10 puntos y el equipo necesita ahora mismo anotación en más manos y en más cantidad.

También necesita probablemente más producción desde el interior, con el que se juega bastante poco. Lata apostó en bastante fases por jugar con un 5 (Vilà o Butler) y cuatro jugadores exteriores, algo que también había sido característico anteriormente, aunque en plantilla sólo había tres interiores.

El equipo tira pocos tiros libres y ello puede venir también derivado de jugar mucho desde más allá de 6,75. Palma tiró 18 libres por 10 de los oscenses. Y mató el partido desde la línea.

Las pérdidas de balón fueron otra cuestión que apuntar en el debe del equipo. En la estadística aparecen diecinueve, una cifra elevada y que penalizó porque varias se produjeron en momentos importantes.