Baloncesto

LEB ORO

Lafuente: “No nos hemos rendido nunca y nos hemos vaciado cada día”

El jugador destaca el espíritu de un Levitec que pagó el “peaje” de la adaptación y confía en la salvación

Jorge Lafuente explica que la sensación que tiene es de “satisfacción pero incertidumbre”.
Jorge Lafuente explica que la sensación que tiene es de “satisfacción pero incertidumbre”.
Pablo Segura

El capitán del Levitec Huesca, Jorge Lafuente, señala que tras la victoria contra el Ourense de este domingo con la que el equipo concluyó su temporadas se quedan con una sensación de “satisfacción pero incertidumbre” porque ahora toca esperar a que se confirme la permanencia, para lo que tendrán que esperar a los resultados de los partidos de la liga que restan.

Lafuente, homenajeado este domingo antes del encuentro contra el Ourense por sus doscientos partidos con la camiseta del primer equipo del Peñas, comenta que tienen la “satisfacción del trabajo cumplido” y de haber “hecho nuestra parte”. Reconoce que “con una victoria más no habría que esperar y habría otras cuentas”, pero señala que también el “formato de la competición es así” y que el hecho de que bajen cuatro de nueve lleva a este sufrimiento.

Ahora espera que “no se den los resultados que no queremos. Con nueve victorias es complicado bajar pero se puede dar cualquier carambola”, admite y cree que “con nueve alguno va a bajar”.

El equipo peñista acaba la liga en su mejor momento y los dos últimos partidos contra Orense, cuando era obligatorio ganar, se han superado “con solvencia”. Ello deja “muy buen sabor de boca tras un año muy duro”, con mucha incertidumbre y “muchos cambios. Hemos estado muchos días en el pozo y con estrés y tensión”, recuerda Lafuente, que valora el “esprint” final que ha hecho el equipo, aunque no les de la tranquilidad completa.

Pero cree que han acabado ofreciendo el “mejor juego” del año con un “baloncesto atractivo” y muchos puntos.

Lafuente cree que el equipo ha cumplido con lo que tocaba al principio de esta fase, “sacar 9, ganando los de casa y uno o dos fuera, ha sido uno fuera, el último y espero que baste”. Reconoce que él hace quinielas. Y cree que se podría pedir al equipo “más, pero no en este final”.

De hecho, hace hincapié en el espíritu de lucha y la entrega del equipo durante toda la temporada. “Este equipo ningún año ha bajado los brazos y este año tampoco. Nunca ha dejado de remar”.

"Cuando uno da todo no se le puede pedir más”

Y es algo que ha hecho “cuando más vulnerables” estaban y más dificultades se acumulaban. “No nos hemos rendido nunca”, señala y añade que han “luchado desde el 4 de septiembre. Nos hemos vaciado cada día. Por eso pase lo que pase, no tenemos que sentirnos mal ni culpables porque cuando uno da todo no se le puede pedir más”.

Lafuente recuerda que en el deporte cuando las cosas salen “todo suma y es fácil con el viento a favor. Pero cuando ha ido mal es cuando hemos demostrado que había que seguir”.

Señala que las dificultades han sido muchas y reconoce que “ha costado que todos sumáramos a la causa”, también porque era un equipo joven y se ha pagado “un peaje” por la adaptación. Reconoce que “costó más de lo deseable”, pero que al final “cada vez más hemos estado cada uno en nuestro sitio”. Y recuerda los momentos en los que el equipo se ha sobrepuesto a dificultades que parecían insalvables, como el partido que se ganó en la pista del Canoe o más recientemente contra Melilla sin Cubillán.

Considera que Óscar Lata aportó “ideas claras sobre qué mejorar y potenciar” y “muchas cosas han funcionado”. Cree que el equipo “necesitaba un cambio de dinámica” y el técnico “supo leer y supo entrar” en el equipo. Aunque también tiene un recuerdo para un David Gómez que también ha “contribuido” a lo hecho y dice que con ambos ha “aprendido”.

Lafuente señala que para él este era “un año complicado”. Reconoce que él no tenía dudas, pero podía generarlas. Ha jugado “un montón y hecho buenos partidos” y si el equipo se salva, será “genial”. Destaca que ha sido “chico para todo” y ha jugado “hasta de 5” y siempre se ha sentido importante. Asume un papel de veterano que casi lleva desde que con 21 años era de los mayores del Peñas.

Y agradece el reconocimiento recibido, rodeado de la gente que “te quiere”. Le quedan muchas ganas de “ser importante y luchar. Yo juego 30 minutos y quiero jugar 33 la temporada que viene”, dice,

Estos días van a ser para compartir con los compañeros tiempo y un poco de despedida. Este domingo la alegría fue “light” y espera que el domingo que viene se confirme la salvación y puedan celebrarlo ya “felices y con certeza”.