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Guille Colom, refuerzo de lujo para el Lobe Huesca
El escolta andorrano regresa al equipo siete temporadas después y espera aportar "calidad" y "experiencia"
El escolta andorrano Guille Colom regresa al Lobe Huesca siete años después de su primera estancia, en la que fue finalista de la LEB Oro con el equipo que dirigía Quim Costa. Podrá debutar este mismo sábado contra el Prat.
Colom, que tiene 31 años y mide 1,95, llega a Huesca para ayudar al equipo y darle un punto extra de calidad. El jugador explicaba tras el entrenamiento de este jueves que tras seis temporadas en el Andorra en ACB estaba buscando equipo en el extranjero, pero no han surgido opciones y la posibilidad de jugar en Huesca suponía un beneficio para ambos. Él, que vive ahora en Zaragoza, puede así entrenar y competir, mientras que el club obtiene un jugador notable para la competición. Considera que ambos salen beneficiados. "No sé cuanto tiempo estaré, pero el que esté, daré el cien por cien", declara.
En la ACB ha disputado con el Andorra 95 encuentros, con promedios de 4 minutos y 1,3 puntos. Ha tenido un papel acompañante en el grupo. Y en LEB Oro con el Peñas jugó 32 partidos, 22 de liga y 10 de playoff. En fase regular promedia 2,3 puntos y en las eliminatorias, 4,8. Y aportó 1,4 y 1,6 rebotes.
"Sobre todo voy a aportar experiencia y baloncesto. Puede darle un plus al equipo en calidad de juego, en conocer las ligas. Estuve un año en Oro, seis en ACB. Puedo ayudar a que el equipo dé un paso adelante. Tenemos un buen grupo y podemos hacer cosas chulas", dice respecto a su aportación.
Colom apunta que la LEB Plata es complicada y que no es fácil, pese a ser un recién ascendido, porque todos los equipos luchan y juegan. "Para ganar hay que sacar los dientes", dice, pero cree que hay "un buen grupo. Hay nivel y eso refuerza la decisión de venir aquí". Destaca la "buena vibra" en el vestuario.
Respecto a las últimas derrotas, señala que "podrían ir 3-0 perfectamente y esto sería una fiesta, pero el baloncesto es así. Queda muchísima liga y espero poder ayudar al máximo el tiempo que esté y sacar victorias para que al equipo le vaya bien y también para que a mi me vaya bien".
Cuenta que estuvo entrenando con el Casademont un par de semanas y después con un preparador físico, pero reconoce que le falta "ritmo de juego" como es lógico porque no es lo mismo entrenar solo que hacerlo en grupo y jugar cinco contra cinco. "Me puede costar una semana coger el ritmo", dice, pero anticipa que dará todo lo que pueda desde ya mismo.