Baloncesto

LEB PLATA

Lafuente logra un histórico MVP en el mejor día posible

El capitán de Lobe Huesca sumó 46 puntos de valoración en la victoria

Lafuente anota una de las canastas que logró el domingo en el Palacio.
Lafuente anota una de las canastas que logró el domingo en el Palacio.
Pablo Segura

Un partido para recordar, aunque a él personalmente los números no le resulten tan importantes como el hecho de ganar el partido y romper una racha de tres derrotas.

Jorge Lafuente, capitán de Lobe Huesca La Magia, se marcó el domingo en el Palacio no el partido de su vida, pero desde luego que uno de los más completos que se le recuerdan. El jugador oscense protagonizó unos números de estrella con 28 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias, casi un triple doble, le faltó una captura y un pase de canasta, unas cifras al alcance de muy pocos.

Y su serie de tiro casi increíble, que como se dice en uno de los videojuegos de baloncesto de moda, “parece inventada”: once de doce en tiros de campo con ocho de ocho en tiros de dos y tres de cuatro en triples, y además tres de tres en tiros libres. Su valoración, 46, no solo fue la mejor de la jornada, es que es la mejor de lo que llevamos de liga entre los dos grupos de Leb Plata, y con mucha ventaja.

Por si no fuera suficiente, Lafuente encabeza el ranking del grupo en cuanto a valoración, con 26,6 por partido en una tabla donde el segundo es su compañero de equipo, Lucas N’Guessan.

Seguir el plan de partido da resultado

Y como decimos, el capitán y estandarte de este equipo sobre todo valoraba el hecho de ganar, por romper la mala racha y además porque enfrente estaba el líder. “Después de empezar bien la liga en una sola semana nos llegaron dos palos duros. No jugamos mal, competimos, pero perdimos dos partidos en el último segundo en cuatro días, que no sé si les habrá pasado a muchos equipos. Sí que es cierto que en Prat, después, nos superaron y no estuvimos al nivel. Y después tuvimos una semana larga para entrenar. Enfrente teníamos un rival duro, muy físico y que llegaba invicto. Era una buena piedra de toque, y además porque sus puntos fuertes eran aspectos en los que nos podían hacer mucho daño. Pero el equipo respondió. Salimos enchufados y, sobre todo, seguimos el plan de partido, el día que más. Salió perfecto lo que habíamos trabajado. Sí que es cierto que en defensa no estamos del todo duros, pero hicimos un buen baloncesto y ganamos”.

Por tanto, un éxito colectivo a juicio del capitán, aunque no ocultaba que los números individuales le dejan buen sabor de boca. “Siempre gusta jugar bien y destacar, y desde luego que acabé el partido contento, pero eso es un segundo plano. Lo menos importante es cómo juegues tú, sino acabar con un buen sabor de boca todos. Quizá tal y como habíamos planteado el partido me tocaba tener más protagonismo y se ejecutó bien. Pero cada semana depende del rival, del momento, y se incide en unos aspectos o en otros y destaca un jugador u otro. En todo caso como digo siempre gusta, y también te deja satisfecho el que el entrenador plantee unas cosas y tú le devuelvas esa confianza que deposita en ti con un buen partido”.

Y en esa línea, destacaba que en este Lobe hay muchos jugadores importantes, los que anotan, pero también los que no destacan tanto por eso. “Cada semana ves el rival, cómo defiende, y se plantean cosas. Lucas es un jugador determinante, Jay (Nyameye Adom), Luis, tenemos varios, pero por ejemplo, ante Benicarló Pablo hizo el mejor partido desde que está aquí, y no tiró mucho. Era lo que pedía el partido”.

La mentalidad y el sacrificio colectivos

Y dejaba claro que este deporte es colectivo y que este Lobe funcionará si lo entiende desde el principio. “La clave es sacrificar lo individual por lo colectivo. Todos lo hicieron, llevamos el balón en cada acción a donde se quería llevar, y aun fallando tiros liberados las cosas salieron. Al final del partido todo el equipo tenía una sensación que es muy positiva, que jugamos como queríamos, como se había trabajado durante la semana, y eso, más allá de que luego ganes, te da una tremenda confianza como grupo. Para construir un equipo esto es clave, hacer en el partido lo que entrenas, lo que quieres hacer”.

El equipo como decimos rompe su particular mala racha y mira al futuro más cercano con otra cara. “Lo bueno y lo malo de esta categoría es que en dos o tres partidos estamos todos. Hemos fallado en casa, y eso es algo que no se puede volver a repetir. Tenemos que ser más sólidos y sacarlo todo. Fuera hemos jugado solo un partido y desde luego que no estuvimos al nivel. Ahora llega Palma, otra buena piedra, y luego el parón por las ventanas, así que esta semana vamos a ir a tope y a ganar ese partido”.

Eso sí, también explicaba que el equipo ha tenido los tradicionales problemas de cada inicio de temporada y ahora empezará a verse realmente el equipo que hay. “Somos un equipo nuevo, y no es excusa, pero la primera semana con todos los jugadores fue la pasada. Ha habido lesiones, jugadores que han llegado más tarde, y de pretemporada con todos como digo llevamos dos semanas al completo. Todo tiene su proceso y está claro que sumar victorias ayuda. Haber ganado el domingo es importante por sumar y por la dosis de fe en el trabajo. Si seguimos el plan de partido es siempre más fácil”.

Y desde su experiencia, y su capacidad de análisis, volvía a destacar ese trabajo como bloque. “Que todos vayamos a una parece fácil, pero es lo más complicado. El domingo fuimos todos a una, a ganar, y si los once vamos con esa idea y esa confianza, con el talento que hay, es una temporada en la que lo podemos pasar muy bien”.

En ese aspecto de hacer piña, de creer todos a una, está claro que su rol es fundamental. “Como digo es clave hacer grupo, y creo que en eso puedo ayudar, y de hecho lo intento. El domingo sabía que era un partido especialmente complicado, por ejemplo, y salí extramotivado y extra concienciado, y pienso que eso se contagió en todo el equipo. Luego además nos salieron las cosas, así que fenomenal”.