Bada Huesca afronta las últimas cinco jornadas en una situación que deja todas las puertas abiertas. Por arriba todavía hay opciones de alcanzar la quinta plaza, e incluso, aunque más difícil, la cuarta, y por tanto soñar con una segunda presencia europea. Y por abajo, el colchón es de seis puntos con la zona de descenso y de cinco con la promoción, una distancia amplia pero no definitiva.

Por tanto, todavía queda tela por cortar al equipo de Nolasco en cinco partidos donde puede pasar de todo. Y tras haber jugado con dos equipos de zona baja, ahora toca rendir visita este sábado a Ademar León, un rival directo mirando hacia arriba.

Del regusto que dejó el empate cosechado la semana pasada en casa ante Sinfín, el pivote Iván Montoya no tenía claro si ese punto al final era una buena noticia o una mala.

“Empatamos, pudimos ganar y también perder. Lo vi en primera persona porque tuve el último balón para ganar y fue fallo mío. Fue un partido igualado, con empate, en el que pudimos ganar y nos pudieron ganar. Al final no sé si los dos sumamos un punto o perdimos uno, pero hay que pensar en el siguiente porque ya sirve de poco darle más vueltas”.

Sobre la situación del equipo, en la que uno no sabe si mirar hacia arriba o hacia abajo, Montoya sobre todo abogaba por tener calma y confiar en lo que se está haciendo. “Creo que aunque sumen los de abajo en cada jornada y los de arriba pierdan, la tranquilidad o intranquilidad debe ser la misma para nosotros. Tenemos que estar tranquilos, pendientes y atentos, haciendo nuestro trabajo, pero tenemos que confiar en lo que hacemos. No estamos abajo ni arriba, estamos en una zona media. No podemos despistarnos con la zona baja, está claro, pero tampoco debemos estar agobiados porque hay una buena ventaja”.

Y en esa tesitura toca visitar una pista que es especial para el pivote levantino. “Los últimos años León ha sido un viaje que se nos ha dado bien. Un pabellón, un equipo y una afición bonitas. Ellos estaban abajo en la primera vuelta y ahora arriba, por lo que no tienen tan mal equipo como parecía. Esto va a ser muy igualado hasta el final y su trayectoria puede ser un ejemplo de eso. El sábado es un partido más, pero de los que gustan porque León es un sitio especial por cómo se vive el balonmano y la historia que hay”.

Quedan como decimos cinco jornadas, y a juicio del pivote puede pasar casi cualquier cosa. “Estas últimas cinco jornadas van a ser muy igualadas y pueden pasar muchas cosas. El descenso no está cerrado. Antequera lo tiene más complicado ahora mismo, y por arriba el Barcelona ha ganado ya el título, pero el resto estamos igualados y puede pasar de todo. Va a ser un final interesante y nosotros tenemos que estar tranquilos, trabajar y confiar en el trabajo que hacemos en el día a día”.

Segundo entrenamiento de la semana

La plantilla realizó este martes por la tarde el segundo entrenamiento de la semana. El central Sergio Pérez sigue haciendo un trabajo específico al margen de sus compañeros y se quieren apurar los plazos para ver si este sábado puede estar junto a sus compañeros en la pista de León.

Por otra parte, Ademar ha declarado el partido del sábado Día de Abanca, y por tanto con el patrocinio de esta entidad bancaria. De este modo todos los aficionados pueden recoger hasta dos entradas gratuitas para el partido en cualquier oficina de esta entidad en la provincia.

Por tanto, una medida que busca dotar al Palacio de León de un gran ambiente, aún mejor del que suele tener habitualmente, ya que es una de las pistas con mejor entrada semana a semana.

Un equipo, el leonés, que, aunque el pasado fin de semana perdió en la pista de Valladolid, lleva una trayectoria en las últimas semanas muy positiva, ya que entre otros resultados ha ganado a domicilio a Bidasoa y Logroño y ha empatado en la pista de Granollers.