Fútbol

NUEVA COMPETICIÓN

Guerra total por la Superliga

Instituciones y personas relevantes en el mundo futbolístico y político se posicionan en la creación de la nueva competición europea

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la Superliga.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la Superliga.
E.Press

Si el primer día tras el anuncio de la creación de la Superliga dio el pistoletazo de salida para el inicio de las hostilidades entre los críticos y los adeptos, el segundo culminó con una guerra contra el nuevo torneo animada por instituciones y personajes relevantes relacionados con el mundo del fútbol que abrieron las primeras grietas: el Chelsea y el City plantean abandonar la nueva competición.

Lo hicieron casi 24 horas después de que su ideólogo, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la Superliga, explicara la postura de los doce clubes firmantes en la madrugada de este mismo martes. En “el Chiringuito” razonó sobre las razones por las que decidió junto a sus socios lanzarse a una nueva aventura que iba a revolucionar el mundo del fútbol.

Seguramente vio necesarias esas explicaciones después de 24 horas frenéticas en las que se encontró con muchos críticos. El máximo mandatario blanco argumentó que era necesario dar una vuelta al sistema para evitar la ruina de un deporte cuyo sistema competitivo estaba en decadencia.

Dio un dato: los doce clubes implicados en la Superliga perdieron entre todos 5.000 millones de euros en el último año y medio marcado por la pandemia del coronavirus. También avisó de la perdida de interés de muchos partidos entre equipos grandes y pequeños que ya no generan la misma atención que antes en competiciones como la Liga de Campeones.

Sus explicaciones no frenaron la catarata de críticas a la Superliga europea. Florentino Pérez y el resto de presidentes de los otros once clubes amanecieron con más reacciones negativas del mundo del fútbol y de otros ámbitos como el político. Pero, sobre todo, continuaron las reacciones desde las instituciones que más se ven afectadas con la creación de la Superliga Europea.

En España, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, declaró que Florentino Pérez “estaba despistado y ahora está perdido”. También se pronunció la Asociación del Deporte Español (ADESP), que subrayó que la creación de la competición podría afectar a proyectos en los que colaboran conjuntamente LaLiga y las Federaciones Deportivas Españolas.

La Uefa y la Fifa no se movieron ni un milímetro de su postura inicial. El presidente de la Fifa, Gianni Infantino, confirmó durante el Congreso Ordinario de Uefa celebrado en Montreaux (Suiza) su más firme rechazo a la organización y creación de la Superliga.

“La Fifa es una organización construida sobre valores del deporte y solo puede desaprobar firmemente la creación de la Superliga, que es una tienda cerrada y una ruptura con las instituciones actuales, con las ligas, con las asociaciones, y con la Uefa. Déjenme mostrar el total apoyo de la Fifa al fútbol europeo y a la Uefa”, dijo.

En el mismo tono, el presidente de la Uefa Alexander Ceferin se dirigió a los 12 clubes firmantes de la Superliga e invitó a todos a cambiar de “opinión” y a “corregir” su error por respeto a los aficionados y a la historia del fútbol. Además, agradeció la postura de algunas entidades como el Bayern Múnich, el París Saint-Germain y el Sevilla, que se desmarcaron de la nueva competición.

En medio de las primeras reacciones del día, casi todas negativas, los organizadores de la Superliga recibieron una buena noticia desde la justicia. El Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid adoptó medidas cautelarísimas para impedir cualquier acción que impida la puesta en marcha de la Superliga.

Dicho Juzgado, tomó esa decisión para prohibir a la Fifa, la Uefa y a todas sus Federaciones o Ligas asociadas “adoptar cualquier medida que prohíba, restrinja, limite o condicione de cualquier modo, directa o indirectamente la puesta en marcha de la Superliga así como cualquier medida sancionadora o disciplinaria contra los clubes participantes, sus jugadores y directivos.

Con este respiro, el club de los 12 echó agua al fuego que anunció Ceferin el lunes: “Vamos a imponer todas las sanciones que podamos cuanto antes, sacarles de todas las competiciones y prohibir a los jugadores participar en ellas”, anunció.

Fue un soplo de aire en medio de la tormenta para las entidades firmantes, que, sin embargo, volvieron a escuchar las sirenas de la tempestad desde otros sitios. Por ejemplo, desde el Congreso de los Diputados, donde varios grupos parlamentarios (Más Madrid, Unidas Podemos, ERC, CUP, Compromís o Bildu) censuraron la iniciativa de crear la Superliga al considerarla elitista y perjudicial para los clubes más pequeños.

Otros como el PP, VOX o Ciudadanos llamaron al diálogo y al acuerdo entre las partes, a las que pidieron un acuerdo. Mientras, el Gobierno, y mediante un comunicado oficial, también instó al diálogo a la vez que rechazó su apoyo a la competición por “no entender que ha sido pensada y propuesta sin contar con las organizaciones representativas tanto a nivel nacional como internacional”.