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Pablo Gállego emprende en Eslovaquia una nueva aventura

El jugador oscense sigue siendo un trotamundos de este deporte y ha fichado por el Zemplín Michalovce de la máxima categoría del país centroeuropeo

Gállego, con la camiseta de su nuevo club.
Gállego, con la camiseta de su nuevo club.
S.E.

Pablo Gállego tiene un nuevo reto. El oscense, que ya es todo un trotamundos, deja Nicaragua y hace las maletas a Eslovaquia para jugar en el MFK Zemplín Michalovce de la máxima categoría del país, en la que el delantero se marca el objetivo de seguir creciendo y mantener el nivel que ha mostrado en su último equipo, el Managua.

Gállego, de 27 años, aterriza en “una liga competitiva”. Al futbolista le llegaron ofertas de Europa y América y se decantó por el Michalovce, con el que confía en volver a ser convocado por la selección nicaragüense. “Es una liga competitiva para intentar crecer y refrendar el buen momento de mi carrera tras estos años en Nicaragua y también para mantenerme en el mejor nivel posible para estar en los llamados a la selección que tanto anhelo. El último trimestre en Nicaragua fue complicado por una lesión que arrastré y ahora quiero recuperar la confianza y exigirme al máximo nivel para mejorar y evolucionar como futbolista, y tengo la ilusión de hacer cosas bonitas con la selección”.

El oscense explica que su nuevo equipo es un conjunto “que siempre está peleando por mitad tabla e intentando dar la sorpresa y codearse con los grandes”, aunque matiza que pelear en la zona alta “es un reto muy complicado”, ya que la liga tiene buen nivel. “Hay grandes jugadores, incluso futbolistas que estuvieron en la Eurocopa y jugaron contra España. Eso quiere decir que la liga tiene su potencia y vamos a ver si sale todo bien y si puedo tener participación. Desde el primer momento voy a intentar ganarme el puesto, la liga está empezada, pero intentaré adaptarme lo más rápido posible para ganarme la confianza del entrenador”.

Nuevo reto para seguir creciendo

La decisión de cambiar de aires derivó de que ya había “tocado techo” en Nicaragua: dos premios al mejor jugador de la liga y uno al mejor de la copa, un título copero y siempre peleando por ganar las ligas. “Creo que cuando estás a un nivel tan alto tanto tiempo necesitas un nuevo reto para refrescar tus ideas y tus motivaciones y mantener ese nivel, así que me viene bien este nuevo reto para mantener el nivel y la ilusión de hacer las cosas bien. No digo que en Nicaragua no lo pueda hacer, pero cuando estás tantos años rindiendo a tanto nivel, cuesta más mantener ese nivel y buscaba seguir creciendo y un nuevo reto que me exija, que me saque de mi zona de confort”.

En la primera jornada, el Michalovce ganó su partido ante el Streda por 4-1 y este fin de semana se ve las caras en la segunda jornada del campeonato con el Pohronie. Gállego apunta a que el fútbol de la liga eslovaca es del “mismo estilo” que la de Nicaragua, pero con “más calidad”. Es un “fútbol de ida y vuelta, con gente muy física y de mucha envergadura”, lo cual ayudará al delantero a mejorar y aprender, que es la meta que se marca. “Me va a venir bien en el sentido de que me va a exigir, de que me voy a tener que cuidar mucho para estar al cien por cien, para poder estar a la altura y creo que, para un futbolista, cuanto más grande es el reto, más te exiges, más das de ti en el día a día y eso es lo que busco”.

El oscense sueña con alcanzar grandes logros con la selección de Nicaragua, con la que no pudo estar en la última convocatoria, pese a haber sido llamado por Juan Vita, a principios de junio, para los encuentros contra Belice y Haití de la fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022. El motivo fue una lesión de tobillo que sufrió en el partido de vuelta de la final de la liga nicaragüense que disputaban su Managua y el Diriagén. Para recuperarse, Gállego volvió a Huesca. Primero fue atendido por el doctor Fernando Sarasa y el fisioterapeuta Rubén Bravo. Y después, para recuperar el ritmo, entrenó por un lado con Rubén Bergua y, por otro, con Naranajo y Lowel.

No obstante, su marcha de Nicaragua no supone un adiós al país, en el que colabora en algunos proyectos para “ayudar a la gente que más lo necesita”. Pero eso no es lo único que le mantiene vinculado con Nicaragua. “Tengo un vínculo con Nicaragua por la selección, por mi nacionalidad y porque tengo muchos compañeros. Estaré siempre ligado a Nicaragua, no es algo pasajero relacionado con el fútbol, ya soy nicaragüense para siempre y muy orgulloso de serlo, al igual que de ser español y oscense”.

Y es que Gállego no olvida Huesca. “Estoy contento de poder ser embajador, entre comillas, de Huesca. Cuando voy a los sitios todos me preguntan que de qué cuidad de España soy y es muy curioso esto del fútbol, hace años nadie conocía Huesca y ahora que hemos tenido años dorados con dos temporadas en Primera y temporadas muy buenas en Segunda, todo el mundo conoce ya el nombre de Huesca. El fútbol tiene estas cosas tan bonitas que te ponen en el mapa del mundo”.