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FÚTBOL - ARBITRAJE

María Monesma, con opciones de ‘ascender’ a la Liga Iberdrola

La oscense está en el Programa de Talentos de arbitraje femenino

María Monesma está arbitrando estos días partidos de la Aragón Cup.
María Monesma está arbitrando estos días partidos de la Aragón Cup.
Pablo Segura

María Monesma podría ser árbitra de la Liga Iberdrola la próxima temporada. Las oscense está dentro del Programa de Talentos del arbitraje femenino, con el que tiene opciones de ‘ascender’. Monesma ya dirige encuentros de la Liga Retro y la Primera Nacional, las dos categorías que siguen a la máxima del fútbol femenino español, tras pasar las primeras pruebas físicas en Madrid. Dicho y hecho, cumplió con la nota mínima en el test de resistencia y de velocidad

Tanto Monesma como las otras tres colegiadas aragonesas que están dentro del programa (Denis Alvarado, Mireya Melero y Andrea Fernández) pasaron esas pruebas físicas y el siguiente paso es recibir la valoración de un informador, que evaluará al menos tres partidos de cada una como árbitra principal en Liga Retro y Primera Nacional. Con esa nota, la de las físicas y la de un examen teórico se hará una media y el último escollo será pasar de nuevo los ejercicios físicos con nota y baremos superiores.

En principio, la próxima temporada habrá 25 árbitras en la Liga Iberdrola y Monesma, que también trabaja de fisioterapeuta en Monzón, admite que “no estaría mal” dedicarse el arbitraje, aunque sabe que eso está lejos. No obstante, se presenta ilusionada ante la posibilidad de llegar a la principal liga del fútbol femenino en España.

“Aún no me lo creo porque, tal y como está el fútbol profesional, evolucionando tan rápido, te sientes hasta importante por poder llegar a esas categorías y conocer a jugadoras de élite como Alexia u otras futbolistas que están en grandes equipos”, indica la colegiada oscense, que llevaba arbitrando en fútbol desde los 6 años y, tras un parón por estudios, regresó “hace poco” y “con más ilusión y más preparada para asumir retos”.

Ha sido futbolista en el Peñas Oscenses, el Lleida Esportiu y el Ciudad de Monzón, pero ya no juega porque no es compatible con su trabajo, y también volvió al mundo del arbitraje convencida por su novio, que también es árbitro. “Me llevaba convenciendo mucho tiempo de que volviera, que arbitrar en el fútbol femenino ahora era una oportunidad única”.

“Me insistía porque sabe que me gusta mucho el fútbol. Yo llevaba muchas temporadas estancada como jugadora, no disfrutaba tanto, no sentía que pudiera superar metas, no disfrutaba tanto y probé con el arbitraje. Y estoy encantada con la decisión que tomé”, explica.