El Robres se proclama campeón de Tercera aunque no podrá ascender

El Robres ha culminado este sábado en su campo de San Blas una auténtica hazaña. En una localidad de apenas 300 habitantes, con un cambio de entrenador a mitad de curso que no ha trastocado por fortuna la trayectoria del equipo, los monegrinos se han proclamado campeones del grupo aragonés de Tercera a falta de dos jornadas para terminar.

En su campo de San Blas, con un espectacular ambiente, los monegrinos han batido por dos a cero al segundo clasificado, el Huesca B, lo que les ha asegurado de manera matemática el primer puesto. Javi Pérez de penalti en la primera mitad y Marc Prat nada más comenzar la segunda han marcado los tantos del Robres. Final con celebración y bengalas de jugadores y aficionados sobre el césped.

Un éxito que se ha celebrado como corresponde, pero que tiene un lado amargo y es el hecho de que el ascenso a Segunda RFEF, premio que acarrea el terminar primero, no lo podrán disfrutar los amarillos. Al ser equipo filial de Ebro, equipo que precisamente está en esta categoría, los monegrinos no pueden ascender, e incluso esta gran alegría podría acabar en tristeza puesto que el Ebro podría descender al final de temporada, lo que arrastraría al Robres a Preferente.

En todo caso, una circunstancia que este sábado se ha olvidado por completo para celebrar un éxito histórico de uno de los clubes más humildes de la Tercera aragonesa.