SD Huesca

HUESCA-ATLÉTICO DE MADRID - ANÁLISIS

El Alcoyano ha encontrado relevo

Los aforismos futboleros en torno a la moral han de pronunciarse con el Huesca

El Alcoyano ha encontrado relevo
El Alcoyano ha encontrado relevo
R. G.

HUESCA.- Vuelvo de la inauguración de la Muestra de Teatro Amateur de Biescas, adonde me lleva la grata exigencia institucional, y escucho la radio. 0-3. El enviado a Huesca resume el partido: satisfecho porque la incorporación de Enric Gallego ha sido muy positiva.

Y en este momento se me ocurren tres conclusiones: la primera, que en Huesca definitivamente hemos devenido en machadianas personas "buenas en el buen sentido de la palabra"; la segunda interpretación, que estamos rozando con la yema de los dedos la santidad; y, tercera, que la leyenda del Alcoyano ha muerto.

Ahora, todos los aforismos futboleros en torno a la moral han de pronunciarse con el Huesca. Ya saben, lo de sacar y rematar el córner, lo de ir perdiendo 5-0 y pedir a falta de cinco minutos prolongación para empatar...

No tengo claro que generar este ambiente autocomplaciente sea bueno... ni que sea malo. Sí otorga una serenidad y un sosiego de espíritu que permite afrontar los 18 partidos que restan sin los melodramas (al final, siete ediciones en Biescas se van notando) de otros equipos que pudieran encontrarse en similar situación -si es que alguna vez los hubo, que quizás sí o, como diría el gallego, quizás no-.

Otros estarían pensando ya en cuidados paliativos, algunos en el milagro -en sentido estricto o figurado, el estricto probablemente sería más factible- y otros directamente en el más allá, concebido éste como el retorno al purgatorio secundario.

En el recorrido por las ondas de varias cadenas a Biescas y vuelta, escuché desde la interpretación del gran Guasch de que este año para el Huesca es el de la "desgracia y la maldición" hasta la euforia en las restantes porque, evidentemente, los colchoneros abundan más.

Pero el Huesca les cae bien a todos. Si no, que se lo pregunten a Lucas, 107 partidos en el Atlético y su primer gol en El Alcoraz. También en esto hacemos historia.

O a Koke, que festejó su partido número 400 con otro tanto. Anfitriones como nosotros, no se ven. Que los de Simeone volvían alicaídos, ya tienen el espíritu por las nubes. Llevamos camino inverso al del año de la gloria. Volvemos a ser simpáticos... a golpe de derrota.

Lo del jugador "imprescindible" que hace peor a los demás, lo de la tardanza en ver al portero real, lo de los puntos a la tabla salvadora... Es lo de menos. Mientras tengamos una minialegría que llevarnos a la boca...