SD Huesca

FÚTBOL - PRIMERA DIVISIÓN

El Atlético Tetuán habrá de esperar

El equipo cuenta 21 partidos consecutivos encajando al menos un gol

El Atlético Tetuán habrá de esperar
El Atlético Tetuán habrá de esperar
EFE

Gracias a la solidez del Huesca y a la inepcia de la Real Sociedad, el Atlético Tetuán habrá de esperar al menos un año más (ya 68) para verse despojado de su récord: los 21 partidos consecutivos encajando al menos un gol. El 0 en el casillero sabe a gloria, es casi un diez porque, además, rompe una vuelta entera sin puntuar a domicilio desde aquella igualada en Bilbao.

El País Vasco se le da bien a los azulgranas. Victoria en Eibar y empates en dos templos como San Mamés y Anoeta. Lo de la Copa, mejor olvidarlo en el rincón de la letal embriaguez. Sólo ha caído en Liga ante el Alavés, por la mínima en aquella exhibición de la asistencia de Semedo apenas para empujar.

Aseguró en la víspera Francisco que el equipo iba a cambiar con una apuesta por la solidaridad y el sacrificio. Y a fe que cumplió su palabra el almeriense. Líneas juntas, seriedad y una de las mejores alineaciones que puede poner en escena, aunque la ausencia de Ferreiro pueda antojarse -y se antoja- clamorosa. Rivera en el eje es un portento, y el joven Herrera promete y mucho. Su disparo al palo en el minuto 16 pudo ser glorioso.

Este punto es energético y debe también representar una lección de la que aprender. Incluso por parte del míster, con su planteamiento coherente de inicio y un desconcierto al personal desde el minuto 65, cuando dio el testigo a Musto en detrimento de Yangel. Quizás el venezolano estuviera fatigado en su primera comparecencia desde el arranque, pero el argentino juega un papel invalidante sobre ese pedazo de centrocampista que es Rivera. A partir de ahí, el balón pasó al poder casi exclusivo de la Real Sociedad, a pesar de los posteriores relevos de Chimy por Enric Gallego -este tío es estajanovista, hay que darle una medalla de oro al trabajo- y Ferreiro por Cucho, que por mor de su nuevo compañero ya ha tenido más ocasiones que en los 19 partidos precedentes... pero sin tino.

Con este pero -Francisco, la perfección no es de este mundo-, la igualada es un acicate para ese compromiso vital ante el Valladolid. Una cita a la que el Huesca acude con la expectativa de ver golear a Enric y, sobre todo, con la tranquilidad que confiere Roberto Santamaría. Este domingo, apenas activo, pero es nuestro ansiolítico colectivo. Ese 0 es vitamina pura.