SD Huesca

FÚTBOL - COLABORACIÓN

Sí, se puede

Lejos queda aquel tacón mágico de Pulido. Ha pasado ya mucho tiempo de ese equipo de Rubí que maravilló con un fútbol fantástico, de las jornadas de sequía y de aquel empujón final que nos lanzó al olimpo del balompié.

El fútbol de las estrellas aterrizó en un Alcoraz pequeño pero majestuoso. Al principio, quizás por las prisas, por la dificultad de la aventura, por inexperiencia o por excesiva confianza, el buque azulgrana se varó en el mar de la Liga. Poco a poco, los puntos van llegando y el hielo se quiebra a los lados del navío permitiendo el avance. Aunque queda lejos todavía la tierra firme, por lo menos se otea en lontananza.

El reto es grande y complicado, lo sabíamos desde el principio, pero solamente pedimos competir hasta el final. Ganando hoy, ya sólo tres puntos nos separan del paraíso y cuando vuelves del abismo eso es poco. Los rivales aprietan, nadie quiere volver a los camarotes de segunda, paso a paso, metro a metro, minuto a minuto, en cada balón, van los anhelos de muchos y deseamos seguir soñando hasta el último sonido del silbato. No se nos debe olvidar que era una utopía subir a primera y por estos verdes andamos.

Por fin hemos cogido vencida. Además, igual que nuestro próximo rival, residimos en el selecto grupo de los cuatro equipos que nunca han bajado a segunda, y nos resistimos a volver. Estamos más cerca, como el año pasado, nadie contaba ya con nosotros y les vamos a sorprender. En consecuencia, aprovechemos el impulso y apaguemos el aullido del león para continuar nadando.

La esperanza es lo último que se pierde y congratula ver la fe de algunos jugadores. Se puede ganar o perder, pero cuando el esfuerzo no se negocia y te dejas el alma en cada balón, como si fuera el último, la victoria queda un poco más cerca. A partir de lo anterior, el talento es decisivo y la pelota caprichosa. Los delanteros ganan partidos, las defensas campeonatos, y el fútbol es como el ajedrez... pero con dados.