Juanjo Camacho se despide del Huesca con un "hasta luego" emotivo

HUESCA.- El Huesca ha vivido este martes un día especial con el acto de despedida del capitán, el centrocapista Juanjo Camacho, para el que el sábado será su último partido como jugador azulgrana, aunque seguirá vinculado en el futuro al club en unas funciones todavía por definir.

Con la sala de prensa del Alcoraz abarrotada, jugador y presidente del club, Agustín Lasaosa, han intervenido ante parte de la familia del propio Juanjo, sus padres y su tío entre ellos, toda la plantilla y cuerpo técnico del club, directivos y gran parte del personal del club.

Lasaosa ha comenzado asegurando que era un día “grande y especial en la historia del Huesca, no solo la reciente, porque esto ocurre pocas veces. Todo lo que hagamos, Juanjo se lo merece. No sé si ha sido el mejor jugador del club, pero sí alguien que nos ha dado muchísimas cosas. Ya nos dio su padre, y Juanjo cogió el relevo. Ahora nos seguirá dando, en la faceta que ocupe, pero totalmente integrado, porque tiene se ADN que queremos en este club. Este club es una familia, con sus problemas, pero una familia, y no queremos perder ese discurso”.

A continuación ha explicado, sin dar muchos detalles porque la mayoría será sorpresa, que tanto el sábado después del partido ante el Leganés como el domingo, en un acto más íntimo para la gente sobre todo allegada y del club, se le rendirá el homenaje que merece. “Va a ser emocionante y se ha preparado con todo el cariño. Va a salir bien, aunque no puedo decir muchas cosas. Tendrás sorpresas de tus compañeros, podrás hablar a la afición... El sábado será un día de emociones porque no solo termina Camacho, alguno más también, y habrá despedidas. Yo me puedo hacer el duro, pero si rascas un poco no engaño a nadie”. El domingo ha señalado que será algo más familiar y de club, pero sin dar muchos detalles para mantener la sorpresa.

Y el capitán azulgrana también ha dirigido unas palabras de despedida a todos. En ellas en primer lugar ha expresado su máximo agradecimiento “a todos los que han formado parte de mi carrera deportiva que este sábado termina. A mi padre, por lo que me ha inculcado, a mi madre, que me ha educado como persona, a mis hermanos Borja e Ignacio, con quienes he labrado ese carácter competitivo que tenemos los Camacho”.

Acto seguido ha seguido recordando al Zaragoza y a Carlos Rojo, a las categorías inferiores de la Selección Española y a la Eurocopa que ganó junto a Xavi o Casillas, a todos los clubes por los que ha pasado, y “con mayúsculas” a la SD Huesca, personalizada en Agustín Lasaosa, Petón y Rodri. “Me dieron confianza y han sacado mi mejor versión como jugador y persona. He podido conocer lo mejor del club y ha merecido la pena. De 600 personas se ha pasado a 7.500 en El Alcoraz, los momentos en la Plaza Navarra, y tantos momentos especiales. He podido vivir dos ascensos, y sobre todo el de Lugo fue más especial, porque fue a Primera. Y no se me olvida mi primer partido en Primera con el Huesca, ante el Villarreal”.

También ha mostrado su agradecimiento a los compañeros de vestuario, a los que decía que “siempre he transmitido qué significa jugar en este club”. Quiso hablar de los entrenadores que ha tenido, de los que ha aprendido y que también le han tenido que “soportar”. Y de los empleados del club azulgrana.

Tuvo un recuerdo especial para Armando Borraz, “quen mejor transmitía los valores de este club”, a los servicios médicos, a las instituciones y patrocinadores y a la afición. “Me habéis dado todo. En Huesca y provincia me siento como en mi casa. Ahora he podido sentir, con iniciativas como la Ruta de Valores, que la provincia habla del Huesca, y estoy contento por ser partícipe de todo esto, con los niños queriendo jugar en el Huesca”.

Después ha tenido palabras expresas para quien le acompañaba en la mesa. “Agustín, mi máximo valedor. Espero devolverle esa confianza, y la abuela María Luisa, que le decía a Agustín que antes se iría él que Camacho del Huesca”. Y tuvo unas emotivas palabras para sus hijos Carolina y Juanito, y para su mujer Belén, así como el resto de su familia, bautizada como ‘Peña La Broca’.

“Estoy feliz y realizado por estar aquí casi con 39 años. Que mi trayectoria pueda servir como ejemplo de profesionalidad y entrega. El camino no ha sido fácil y constituye mi verdadero éxito”. Mostró su disposición a seguir en el club “sumando allí donde se necesite” y terminó con un “os espero a todos en El Alcoraz. Fieles siempre sin reblar”.