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El Huesca se despide de la Copa del Rey con amargura

Los azulgranas se adelantaron, no sentenciaron y la Cultural remontó in extremis (2-1)

El Huesca se despide de la Copa del Rey con amargura
El Huesca se despide de la Copa del Rey con amargura
LOF

CULTURAL LEONESA, 2

SD HUESCA, 1

Cultural Leonesa: Lucas Giffard; Aitor (Dioni, 74´), Virgil, Iván González, Julen Castañeda; Antonio Martínez (Julián Luque, 64´), Sergio Marcos; Menudo, Gudiño, Augusto (Kawaya, 64´); Benito

SD Huesca: Yáñez; Pedro López (Miguel Llambrich, 58´), Insua, Datkovic, Javi Galán; Juan Carlos (Okazaki, 73´), Seoane, Eugeni; Raba (Joaquín, 68´), Escriche, Ivi López.

GOLES: 0-1 (7´): Dani Raba, de falta directa. 1-1 (75´): Sergio Benito. 2-1 (89´): Kawaya, de penalti.

ÁRBITRO: Sagués Oscoz

INCIDENCIAS: Reino de León. Unos 4.800 espectadores.

LEÓN.- El Huesca se ha despedido de la Copa del Rey en León. Decidió Michel apostar por futbolistas menos habituales con algunos titulares para asaltar el Reino de León en una eliminatoria que conducía al premio de enfrentarse a una entidad de Primera División.

Sin embargo, las esperanzas se convirtieron en lágrimas cuando el bloque oscense no supo resolver un partido que tuvo encarrilado durante setenta minutos. La ansiedad y la falta de ambición volvió a hacer presa en unos futbolistas que no estuvieron a la altura frente a una Cultural que se confirmó como un regalo envenenado. El equipo leonés pasa por ser uno de los más serios aspirantes para retornar al fútbol profesional y ayer aprovechó para dejar su tarjeta de visita.

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Comenzó mandando el equipo oscense aprovechando que José Manuel Aira decidió dejar a algunos de sus futbolistas más destacados en el banquillo Saltó el once local sin Dioni y Kawaya, a la postre decisivos para el resultado final y se le notó faltó de picante en la parcela ofensiva de inicio. Todo lo contrario que el equipo de Michel, mandando en el Reino de León pese a que la primera llegada tuvo color blanquillo. Fue Sergio Benito quien se personó sin consecuencias sobre el área rival. El susto despertó al conjunto azulgrana que decidió irse por el partido.

Primero remato Juan Carlos obligando a lucir reflejos a Lucas Giffard. Fue un primer aviso previo al gol de falta directa lanzada por Dani Raba a ras de césped ajustando el punto de mira a la madera del poste. Hizo mella el gol en la moral leonesa, incapaz de manejar el alto ritmo con el que salieron los azulgrana. No estaban acostumbrados a jugar juntos Antonio Martínez y Sergio Marcos lo que fue aprovechado por Seoane y Juan Carlos para dirigir la sala de máquinas altoaragonesa.

Sin embargo, conforme avanzaba el cronómetro desaparecía el buen inicio de encuentro, con un juego muy abierto y de mucha velocidad en ambos bloques. Manejaba el Huesca moviendo la pelota de lado a lado buscando una fisura en la zaga culturalista que no aparecía. Se echaba en falta mayor profundidad y mejor lectura de los espacios por parte de un Escriche fajador pero desacertado. En el ecuador del primer acto la Cultural ya hacía pie sobre el césped del Reino de León y hacía sentir incómodo por primera vez el once de Michel con un fútbol muy directo pero efectivo.

En la media hora de juego pudo dejar sentenciada la eliminatoria el equipo visitante con una doble ocasión tras saque de córner. Primero fue Escriche quien remató para terminar Insúa la jugada con un lanzamiento poco acertado. Sin embargo, los últimos minutos antes del paso por vestuarios tuvieron a la Cultural como protagonista con dos ocasiones consecutivas. La primera un remate alto de Antonio Martínez desde la frontal. Poco después era Juan Carlos Menudo quien cabalgaba por banda derecha poniendo a prueba la buena colocación de Yañez.

La segunda parte alzó el telón con unos primeros minutos de tanteo para los dos contendientes. Trataba de medir la Sociedad Deportiva Huesca las intenciones de una Cultural que, pese a ir por debajo en el marcador, llevaba varios minutos creyéndose la posibilidad de dar la sorpresa. Sin duda, unas sensaciones alentadas por la falta de ambición oscense.

Cuesta creer que tras los últimos traspiés azulgranas se repitiese una vez más la historia con igual forma y resultado. Tan sólo Ivi metía picante a un Huesca demasiado confiado en saberse vencedor. Tanto él como Raba buscaron asociarse con la medular y reducir los espacios en un Reino de León que por momentos se hizo inmenso.

Rebasada la hora de juego llegó el cambio de decorado en ambos bloques. Por un lado, José Manuel Aira decidió que, llegados a este punto, quizá era el momento de arriesgar y pensar en hacer saltar la banca utilizando a sus futbolistas más destacados en tareas ofensivas. Michel por su parte, siguió administrando esfuerzos más aún con las molestias de Pedro López tras recibir una dura entrada. Los cambios hicieron los efectos esperados. La Cultural además de pasar a dominar el balón ganó en intención y en profundidad frente a un Huesca cada vez más incómodo. Ni siquiera la entrada de Okazaki sirvió como revulsivo más allá de la expectación que genera el japonés en todos los campos que visita.

Se igualaron las fuerzas en lo que parecía un duelo dominical de Segunda División. Ya no daba sensación el Huesca de medirse a un rival de la categoría de bronce. Por si fuera poco, Kawaya decidió seguir llamando a la puerta de todos los ojeadores españoles. El belga, una fuerza de la naturaleza convertido en extremo, arrancó una y otra vez desde su costado para desesperación de un superado Datkovic.

El zaguero croata fracasó en su reválida y sufrió por ambos perfiles. Fue Dioni quien cristalizó el peligro local con una arrancada desde la banda que desdibujó a la defensa visitante. Los futbolistas del Alto Aragón quedaron retratados cuando Benito apareció en segunda línea rematando el empate a placer.

Tocaba remangarse de nuevo para volver a ganar una eliminatoria que hasta hace diez minutos no había peligrado. El empate espoleó a la grada de un Reino de León que rugió como acostumbra. Los leoneses viven un idilio con la competición del KO en los últimos años y estaban dispuestos a prolongar la relación. Tampoco reaccionó el once dirigido por Michel más allá de una gran ocasión de Okazaki. El veterano atacante se encontró un balón aislado en el área y remató muy ajustado sobre la portería de Lucas Giffard.

Enfilaba los últimos minutos el Huesca con los fantasmas del pasado acechando sobre la portería de Yañez. Movía el cuero de lado a lado el ataque oscense sin generar peligro ni profundidad. No tardó Kawaya en aprovechar el robo de balón y presentarse en área contraria entre una maraña de piernas que terminó con derribo y penalti. El propio futbolista belga se convirtió en verdugo con un lanzamiento seco que tuvo el mismo sonido de los cristales de una Copa al caerse al suelo.