SD Huesca

FÚTBOL - S. D. HUESCA

El Huesca gana el derbi juvenil ante el Zaragoza (1-0)

Un gol de Carlos Kevin da el triunfo al equipo azulgrana en un intenso duelo de División de Honor

El Huesca gana el derbi juvenil ante el Zaragoza (1-0)
El Huesca gana el derbi juvenil ante el Zaragoza (1-0)
P.S.

SD HUESCA, 1

ZARAGOZA, 0

SD Huesca: Iván, Cofrades, Raúl Incze, Almerge, Alex, Isma, Raúl Carrasco (Víctor, 83’), Manu Rico, Carlos Kevin, Marc Prat (Álvaro, 94) y Vivas (Mario, 94’).

Real Zaragoza: Acín, Borge (Angel, 78’), Vallejo (Marvin, 83’), Yus, Francés, Francho, Marín (Puche, 57’), Vela, Azón, Carbonell y Marc (Antonio, 74’).

ÁRBITRO: Monter. Amonestó a Isma, Mateo, Chemi, Raúl Carrasco, Almerge, Marc Prat y Carlos Kevin (2, expulsado en el 88’) por el Huesca y a Marc por el Zaragoza.

GOL: 1-0 Minuto 80: Carlos Kevin.

INCIDENCIAS: Gran ambiente, con más de un millar de aficionados en San Jorge en tarde muy agradable.

HUESCA.- Un gol de Carlos Kevin le dio al Huesca la victoria de la temporada en el derbi con el Zaragoza. Un resultado que de antemano se antojaba casi impensable por la diferencia entre ambos pero que, visto lo visto, tampoco tiene que sorprender.

Más allá del resultado quedaba la imagen. Y los azulgranas esta vez pusieron toda la carne en el asador y aplicaron la receta adecuada, que ya en su día sirvió para maniatar al Barça en San Jorge y en esta ocasión sucedió lo mismo con el campeón de campeones. Un Zaragoza que se presentó con hasta siete jugadores en la órbita de la internacionalidad y que en el cómputo del encuentro dejó más sombras que luces. La propuesta oscense fue la de ser un equipo aguerrido, solidario, impenetrable en defensa, incómodo en el centro y peleón en su presión en ataque. Todo ello adobado con la intensidad que requiere un choque de estas características ante un rival superior en calidad y que sabe cómo meterle una marcha más con balón y sin él. Con la seguridad defensiva por bandera, desde el portero hasta el último delantero, el Huesca le apretó las clavijas al Zaragoza para maniatarle y evitar que con el balón en su poder tuviese capacidad de maniobra. El ahogamiento perfecto de las ideas. Y entre tanto, a esperar que alguno de esos balones fruto del juego directo pudieran hacer saltar las alarmas en la zaga zaragocista. A poco de empezar llegó el primero en un centro de Cofrades desde la derecha que empalmó sobre la marcha Carlos Kevin dentro del área para mandarlo fuera por poco. El encuentro estaba igualado pese a que el Zaragoza empujaba más, pero sin mordiente. Y tuvo la suya el cuadro blanquillo en una falta que sacó Carbonell pero que Yus remató fuera por los pelos dentro del área.Fue la única ocasión realmente clara que tuvo el Zaragoza en el primer tiempo y la mejor del partido. El meta Iván basó más su trabajo en atajar los balones colgados y en aportar seguridad, pero sin tener que intervenir porque sus compañeros y las líneas juntas hicieron el resto.Sí tuvo una muy clara el Huesca para adelantarse en el minuto 34 en un centro al área desde la derecha que peinó de cabeza Carlos Kevin y Marc, solo ante el meta Acín, estrelló su remate en una gran intervención del arquero. En la segunda mitad el Zaragoza empezó pisando el acelerador, con ganas de resolver rápido, pero el Huesca se mantuvo firme y creció desde la defensa sin perderle la cara al partido en ningún momento. La mejor oportunidad zaragocista, por decirlo de alguna manera, fue una falta lateral que sacó Carbonell, el balón se paseó por el área y acabó siendo despejado a córner. El Huesca estuvo al quite de todo lo que llegaba y le supo hacer la vida imposible al Zaragoza con un partido trabado y que cada vez se le ponía más cuesta arriba a los de Iván Martínez.

Y no renunció el conjunto de Chemi a lanzar alguna ofensiva. Era cuestión de dar tiempo al tiempo y esperar el momento. Hubo un par de andanadas, una en un balón colgado al que no llegaron Vivas y Raúl Carrasco y sí el portero y otro en una asistencia de Vivas al espacio en una contra en la que Acín se anticipó a Carlos Kevin. Con el Zaragoza desaparecido en ataque, el Huesca dio el hachazo definitivo en el minuto 80. Vivas sacó una falta perfecta desde la derecha y Carlos Kevin, en el área, cabeceó impecable a la red el gol de la victoria. El propio Carlos fue expulsado al ver la segunda tarjeta y los diez minutos finales (hubo 8 de prolongación) fueron agónicos. Más por la incertidumbre que por el peligro que generó el Zaragoza, que fue inexistente.

Una gran victoria del Huesca, histórica en la categoría y segunda en casa esta temporada, que le permite coger aire y reforzar su autoestima.

“EL FÚTBOL NOS DEBÍA UNA ALEGRÍA Y UNA RECOMPENSA"

El técnico del Huesca, Chemi, estaba feliz pero con los pies en el suelo. “Hoy ha llegado lo que no supimos sacar hace dos semanas en casa ante un rival directo. El fútbol nos debía una alegría y una recompensa por todo el trabajo. Hoy lo hemos hecho igual que otras veces en las que hemos perdido o empatado. Es una alegría y un refuerzo, pero ya sabemos cómo es esta categoría. Quedan muchos partidos y puede pasar de todo”. Recordó que “habíamos hablado de ser un poco más valientes y buscarles más arriba. Los jugadores han respondido. Hay que valorar el esfuerzo de todos. Estábamos muy mermados y es lo que más nos enorgullece”.

Ante la Damm, dos bajas por sanción: Javi Almerge y Carlos Kevin.