Entre la decepción y las dudas

HUESCA.- Entre la decepción y las dudas. Así acabó el partido del Huesca con el Extremadura. La única alegría la dio Okazaki. El japonés con sus dos goles, previa revisión del VAR, salvó los muebles e hizo lo más complicado en un partido que se atragantó.

El conjunto azulgrana tuvo sus momentos buenos cuando aplicó su fútbol con criterio e intensidad para arrinconar a su rival. Le faltó acierto, pero generó peligro. Pero regaló los dos goles, ambos en sendos balones perdidos, y se tambaleó. Los cambios acabaron por dejar una especie de "agujero negro" en el centro del campo y el equipo terminó muy mermado físicamente, incapaz una vez más (y ya van unas cuantas en esta segunda vuelta) de tirar de oficio y aguantar un marcador favorable.

El problema son las dudas que arroja el Huesca. Con un fútbol a tirones y los puntos que se están esfumando, quedan una docena de jornadas para darle la vuelta a este panorama que ayer dejó semblantes de preocupación entre los aficionados.

El Huesca fue víctima de sus propios errores. De los que cometió en los goles del Extremadura, de las concesiones que hizo, de su bajón y de no saber hilvanar contras en condiciones cuando tuvo ocasiones para ello y así rematar la faena.

Lo más bonito de la tarde fue al comienzo con el homenaje al centenario Pulido y poder celebrar, por fin, dos goles de Okazaki, Que eso también es un buen regalo.