SD Huesca

EXJUGADORES

Fallece Jesús Aspiroz, una de las leyendas del Huesca

Jugó los últimos años de vida de la Unión Deportiva y fue el primer entrenador con la fundación de la Sociedad Deportiva

Fallece Jesús Aspiroz, una de las leyendas del Huesca
Fallece Jesús Aspiroz, una de las leyendas del Huesca

HUESCA.- “¡Felicidades Huesca, somos los mejores!”. Esa fue la última declaración pública de Jesús Aspiroz, en un video que publicó DIARIO DEL ALTOARAGON en su página web y redes sociales a primeros de abril. En la madrugada de este martes su corazón ha dejado de latir a la edad de 90 años.

Jesús Aspiroz forma parte de la leyenda del fútbol oscense. Fue el primer entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca cuando la entidad se refundó hace ahora seis décadas, en 1960, tarea que también compatibilizó con la de jugador. Bajo su dirección, el conjunto azulgrana logró también su primer ascenso ya que pasó de la categoría Regional a la Tercera División en un visto y no visto.

CLICA AQUÍ PARA VER A JESÚS ASPIROZ FELICITANDO AL HUESCA

Aspiroz también había vivido de azulgrana, como futbolista, los últimos años de la Unión Deportiva Huesca. Cuando se apagó la llama de la Segunda División, después de tres temporadas en la categoría de plata, y con muchos problemas económicos a cuestas, la mejor medicina fue recurrir a la gente de casa. Y entre esos futbolistas domésticos y con clase estaba Jesús Aspiroz. Precisamente la primera campaña en Tercera División, la 53-54, el Huesca en el que militaba ese joven y estilista defensa disputó la fase de ascenso a Segunda División en una promoción contra La Felguera, Caudal, Ponferradina y Gerona. El ascenso fue para los asturianos del Caudal de Mieres.

Cuando la Unión Deportiva desapareció, tras esa travesía de tres años en la categoría de bronce, los futbolistas se buscaron la vida. Jesús Aspiroz recaló en el Barbastro y también jugó en el Sabiñánigo.

Hasta que renació el fútbol en Huesca cuando en marzo de 1960 Patricio Funes puso en marcha la maquinaria para el nacimiento de la Sociedad Deportiva. Los primeros jugadores con los que se contó fueron los de casa. Y en esa nómina, como entrenador (y también jugador), estaba Aspiroz.

Defensa polivalente, se desenvolvía en el lateral pero su calidad le ayudaba a multiplicarse en la retaguardia también como líbero o como pivote por delante de la defensa. Si por algo destacaba era por su elegancia en el manejo del balón. Le gustaba que fuese por abajo, a la altura de su estilismo.

Cariñoso, afable, dicharachero y buen conversador, recordaba aquel fútbol “de familia y amigos, sobre todo de ilusión”, en el que los jugadores tenían que hacer un esfuerzo extra porque tenían que ir a entrenar después de un buen montón de horas de trabajo. Más bien de pluriempleo. Llegó a rechazar la llamada del fútbol profesional. Mandaba la familia y el fútbol no daba entonces lo que daba hoy. Así que después de su corta experiencia como protagonista en la SD Huesca emprendió todavía joven el camino de la retirada.

Pero Jesús nunca dejó de desvincularse del fútbol y del Huesca, al que ha visto crecer de forma imparable. Fue siempre un buen aficionado, fiel a sus citas en El Alcoraz mientras le aguantaron las fuerzas y también viajero con el equipo, acompañado por la familia en unos desplazamientos que también fueron un buen ejercicio de memoria para repasar sus historias futboleras. Por algún lado del álbum familiar dicen sus allegados que debe estar la foto más recordada de aquellos años heroicos: el autobús-diligencia de la época, toda la expedición posando y encima, en la baca de la “carroza”, un barral de vino. El agua milagrosa.

El funeral de Jesús Aspiroz se celebra este miércoles a las 11 horas en la iglesia de San Lorenzo. Descanse en paz.