SD Huesca

NUEVA NORMALIDAD

El Huesca está de vuelta con subidón

La afición mantiene viva la llama y lo celebra más al estilo de la "vieja normalidad"

El Huesca está de vuelta con subidón
El Huesca está de vuelta con subidón
P.S.

HUESCA.- El Huesca está de vuelta con subidón. Porque es lo que nos tiene que dar la victoria en Málaga. Hubo un momento en el que se torció el rumbo que llevaba la contienda, el de la expulsión de Juan Carlos. Pero el Huesca no se desmoronó ni en ese instante ni cuando empató el Málaga. Y tuvo la suerte de cara (la que hay que buscar, no se olvide) para recuperar el mando de la contienda en el marcador y en el juego.

El segundo tiempo fue una exhibición de fortaleza física (no han perdido el tiempo, por lo que se vio), de concentración y de buen juego para controlar y sentirse cómodo.

La misma fiesta que empezó a vivirse en la terraza del Enebro (y en numerosos bares con fútbol), cuando minutos antes del choque la gran María Pardo entonó el himno del Huesca a capela y recuperando la sonrisa, la ilusión y el optimismo de la hinchada. Después ya pueden imaginar el torbellino que se vivió con la victoria. O no se lo imaginen, porque estuvo más cerca de la vieja realidad que de la nueva.

Recibimos unos mensajes de peñistas. El vigoroso Nacho Alastruey (Habituales SDH) lo resumió así: "Plantillón. Si ganamos al Mirandés, ascenso directo. Vamos a subir. El parón nos ha beneficiado. Mosquera y Mikel al cien por cien. Doukouré muy bien".

Y Sergio Martínez, con esa combinación de cabeza fría y talento, dijo: "Que hoy lo importante eran los puntos. Por volver después de un periodo tan extraño y meter presión a los rivales. A partir de ahí, partido muy muy raro por todo, y que como hagas esos regalos ante otros rivales no sacaremos los tres puntos".

A los más descerebrados de este invento no los tenemos tan lejos. A alguno incluso le pagamos todos su sueldo o sus colaboraciones. Se podía cortar un pelo. Mira que soltar la palabra "atraco".

Y digo yo que sigue esa nauseabunda obsesión que no conduce a nada. Le deseamos desde aquí toda la suerte del mundo al equipo de sus amores. Porque, no lo olvidemos, más rabia despiertan ese tipo de comentarios que la realidad que marca la rivalidad propia. Y ojalá sea el momento de los dos, de los del norte y de los del sur, para que se vean en Primera.