SD Huesca

FÚTBOL - SEGUNDA DIVISIÓN

Tres "mosqueteros" que trabajan al otro lado de la trinchera en la SD Huesca

Jara Echeverría, Rosa Calvo y Alberto Lambea forman el departamento de Comunicación del club azulgrana

Tres "mosqueteros" que trabajan al otro lado de la trinchera en la SD Huesca
Tres "mosqueteros" que trabajan al otro lado de la trinchera en la SD Huesca
SD.HU.

HUESCA.- Jara Echeverría, Rosa Calvo y Alberto Lambea son los "tres mosqueteros" del departamento de Comunicación de la SD Huesca. Los tres atesoran experiencia al otro lado de la trinchera, en lo que ellos mismos califican de periodismo "puro y duro". En el club azulgrana tienen en buena medida la responsabilidad y el reto cuidar la imagen de una empresa que tiene más de 342.000 seguidores en las redes sociales y que exige transmitir un mensaje que sea capaz de informar al mismo tiempo que se gane cariño y brillo en la escena deportiva y social.

Jara es la jefa del Departamento y la veterana del equipo. Cumple su quinta campaña en el Huesca. Llegó en octubre de 2015, procedente de Radio Huesca y Huesca Televisión, donde se encargaba de la información municipal. "Al llegar, en la oficina del club estábamos cinco personas y no había nadie de prensa. Partimos de cero", señala.

Poco a poco se fueron creando los protocolos, planes de trabajo, organización, atención a medios, comunicación interna y externa..., todo ello alternado con su labor en las campañas de marketing para fijar objetivos y estrategias. Un año más tarde entró en esta última parcela Joaqín Aineto, en el que encontró un buen apoyo. Y llegó el ascenso a Primera División. "Fue el gran cambio. El club crecía y entraron Rosa Calvo y David García, que al final de campaña dejó el club". En el discurrir de esa campaña Jara tuvo que parar por baja de maternidad y entró Alberto Lambea.

Aunque cada uno cubre una parcela, todos se complementan y Jara coordina y dirige y mantiene el contacto directo con el gerente, Luis Sanclemente, para el cumplimiento del reglamento de Televisión de LaLiga, además de encargarse de acreditaciones, campañas de comunicación o reuniones con el director de partido, además de estar en estrecha relación con los socios y las peñas o las convocatorias con el Club de Empresas.

Precisamente este martes le tocó preparar las doscientas acreditaciones para el partido del jueves ante el Mirandés. Son 116 por parte del Huesca, en las que se incluyen las de toda la plantilla de jugadores y cuerpo técnico y médico, directivos (LaLiga ha pasado de permitir 4 a 10), recogepelotas, seguridad, utilleros y resto de empleados que se necesitan. El Mirandés llega con 43 personas y los medios de comunicación acreditados se reducen ahora ya que del medio centenar habitual pasan a 22, a los que se suman los 20 miembros de Mediapro para la producción del partido por televisión.

"LaLiga lo explica todo super claro. En esta situación hay que cumplir un protocolo muy estricto del que no podemos salir ni un milímetro. Todos los que entren en El Alcoraz tienen que hacerlo con su acreditación. Por eso es necesario tenerlo todo muy organizado y ordenado", comenta.

¿Mejor este trabajo o el de la información municipal?" Es muy diferente. El del Huesca es una labor más corporativa y el día a día es muy agradable, con mucha gente joven y buen rollo y contenidos distintos. El otro era periodismo puro y duro. Allí sabías el día que librabas y tenías marcadas las vacaciones. Aquí no puedes desconectar, se trabaja las 24 horas de los 365 días del año".

En cuanto a las "instrucciones" a los jugadores, "ya les decimos que la prensa de Huesca es muy buena y ellos responden bien. El ambiente en que nos movemos todos es sano y cercano, sin problemas".

"Soy muy del Huesca, sufro de narices", concluye Jara en su ferviente deseo de volver a ser de Primera como el equipo.

LAS REDES DE ROSA CALVO

Esta joven pero curtida periodista grañenense "muy vocacional" se incorporó al Huesca con el ascenso a Primera. Antes trabajó en Heraldo (2011-2018), había hecho prácticas en Radio Huesca, colaboró en "Penalti y expulsión" (Aragón TV) y llevó la Comunicación del BM Huesca.

"Esta es una experiencia miuy diferente, te sirve para conocer el otro lado y comprendes mejor los dos, lo cual ayuda a hacer mejor tu trabajo y sabes cómo se funciona en los medios", señala Rosa.

La temporada pasada se encargó en el Huesca del contacto directo con los medios en el día a día. En la actual campaña se ocupa de las redes sociales del club, que cuenta con 342.727 seguidores entre Twitter (137.186), Facebook (44.903), Instagram (96.158), Youtube (3.780) y Weibo (58.838), junto con la reciente entrada en la divertida Tik Tok (1.862).

Admite Rosa que este trabajo de redes puede resultar "más cómodo" y no oculta que su anterior función le podía gustar más por la costumbre, "pero puedes ayudar más en el Departamento si controlas las dos áreas".

Destaca que la evolución que lleva el club "es muy positiva" y que que el ascenso a Primera "fue un gran impulso" ya que ha reafirmado "un crecimiento enorme".

Como sus compañeros, ha tenido que estudiar a fondo el protocolo de la vuelta a entrenamientos y competición, pero realmente donde más ha sufrido ha sido durante el confinamiento "porque no había contenidos y no podíamos mantenernos al margen, ni ser frívolos, ni estar aislados de lo que estaba ocurriendo. Era difícil encontrar ese punto medio. Para mí fueron momentos horribles. Está claro que no podíamos desaparecer, y especialmente duras fueron las primeras semanas", explica.

El seguimiento se ha mantenido con regularidad. Al principio se notó un cierto bajón, comenta, pero fue algo generalizado. "Se ha mantenido el crecimiento y ha sido más evidente en Instagram, donde se ha visto más interacción porque hay un público más joven", indica.

El descenso de Primera a Segunda no se acusó especialmente. "Está claro que nos faltan partidos como los del Real Madrid o Barcelona, que tuvieron un seguimiento inalcanzable. Y pese a las circunstancias del verano pasado, el Huesca ha sabido mantenerse como un club amable y positivo", destaca.

"Intentamos adaptar los mensajes a todos los públicos", explica Rosa desde su función en redes, aunque en alguna situación puntual "se pueda molestar alguien". En conjunto, se muestra satisfecha ya que "las respuestas son amables" a pesar de que "no deja de ser un reto, en una retransmisión de partido por Twitter, buscar un tono lo más imparcial posible dentro de la parcialidad". Es por ello que "manejar esa ansiedad es lo que más cuesta".

LAMBEA, EN PRIMERA LÍNEA

Este joven periodista madrileño fue reclutado por el Huesca hace año y medio, en noviembre de 2015. Llegó procedente de la sección de deportes de El Mundo, donde tocó todos los palos. Fue un gran cambio en su vida y agradece el trato "estupendo" que le ha dispensado el club azulgrana "al permitirme ver lo que había hecho siempre, pero desde el otro lado, lo cual también sirve para empatizar con lo que quieren los periodistas a los que tienes que servir".

Alberto está en primera línea, en la relación diaria con los medios y el equipo con los entrenamientos, desplazamientos y partidos, de cuyas crónicas es el responsable también.

Con la pandemia, se ha abierto un mundo nuevo para todos del que no es ajeno. "Nos hemos tenido que empollar todos los protocolos. Es una situación excepcional y así hay que aceptarla. Complica el trato del día a día porque de estar pegados a los jugadores pasamos a mantener las distancias y con tantos partidos seguidos las precauciones son mayores".

El departamento de Comunicación es que tiene que servir imágenes y hacer las entrevistas con los protagonistas con las preguntas que trasladan los periodistas. "Tenemos que facilitar el trabajo y es obvio que si vuelven los aficionados al campo, también nos gustaría que pudieran entrar todos los medios, lo mismo que a los entrenamientos".

El suyo en el Huesca es un trabajo distinto al que hacía en Madrid. "En el periódico había una rutina. En el Huesca es más completo, te hace más versátil y todos los días son distintos. Y en nuestro Departamento todos hacemos de todo. Poder acompañar a un equipo profesional es el sueño que tenía de pequeñito", afirma.

Es por ello por lo que se siente "un privilegiado" ya que convive con el carrusel de emociones y sentimientos de los actores principales, los futbolistas y técnicos. "Sufres y te alegras con ellos. Cuando las cosas van mal, no se trabaja con la misma cara. Con los protocolos que tenemos ahora, es todo más estresante".

Comenta Alberto que también es tarea suya y de sus compañeros hacer ver a jugadores y técnicos que la atención a los medios forma parte de su profesión, "porque se deben a una afición y a la imagen de un club" y su sensación es que "el Huesca tiene un grupo humano muy bueno y un excelente ambiente de vestuario".

La sintonía es positiva, "hay que saber mantener las distancias y respetar su espacio". Algo que se refleja también en el trato con los medos. "Cuando estaba en Madrid había de todo. En Huesca somos afortunados, la gente hace su trabajo y se comporta bien, en una relación de confianza y con el objetivo siempre de facilitar y colaborar".