SD Huesca

FÚTBOL - S. D. HUESCA

El Huesca cae con estrépito en Santander y pone el ascenso en manos del Zaragoza

El Huesca cae con estrépito en Santander y pone el ascenso en manos del Zaragoza
El Huesca cae con estrépito en Santander y pone el ascenso en manos del Zaragoza
SDH

RÁCING, 1

SD HUESCA, 0

RACING: Iván Crespo, Carmona, Figueras, Manu Hernando (Olaortua, minuto 30), Moi Delgado, Nkaka, Mario Ortiz, Martín Solar (Camus, mimuto 66), Nando (Goñi, minuto 77), Nico Hidalgo (Cejudo, mimuto 66) y Guillermo (Siverio, minuto 77).

SD HUESCA: Álvaro Fernández, Miguelón, Pulido, Datkovic, Javi Galán, Mosquera (Nwakali, minuto 70), Mikel Rico (Eugeni, minuto 46), Cristo (Juan Carlos, minuto 62), Sergio Gómez (Rafa Mir, minuto 46), Ferreiro (Mboula, minuto 62) y Okazaki.

ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (Gallego). Mostró tarjetas amarillas a Mboula por el Huesca y Moi Delgado por el Racing.

GOLES: 1-0 Minuto 25: Guillermo.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 40 de Segunda División disputado a puerta cerrada en El Sardinero.

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HUESCA.- El Huesca ha caído con estrépito ante el colista y descendido Racing de Santander y deja el ascenso directo en manos del Zaragoza. En el peor momento llega la derrota, tan justa como inesperada, de un conjunto oscense absolutamente desconocido. Entró mal al partido y salió peor.

Sin ritmo, sin ideas y sin ese alma que el guión exigía a un aspirante de Primera. Un manojo de nervios para convertir el choque en un ejercicio de impotencia. El Racing aprovechó su buen primer tiempo para ponerse por delante y se hizo fuerte en defensa en el segundo, en el que tampoco ha dado una sensación de verse excesivamente agobiado.

Peligroso paso atrás, a la espera de lo que suceda en el resto de la jornada. Y pifia gorda del Huesca frente a un equipo que lograba así la primera victoria desde la vuelta a la competición y sin nada que rascar ya por desahuciado.

La esperanza que le quedaba al Huesca al descanso era que, como peor no se podía hacer, estaba obligado a reaccionar a poco que mejorara. Porque el equipo azulgrana estuvo desaparecido en combate durante los primeros 45 minutos. En su versión más irreconocible, los de Míchel no tuvieron capacidad para dominar el partido y someter a su rival.

El Racing, sin nada que ventilar en esta liga, se plantó con decoro. Seguro atrás y buscando las cosquillas, sobre todo por el costado izquierdo con las subidas de Nando para tratar de conectar con el fornido Guillermo.

El Huesca ofreció en esta fase un encefalograma plano. La actividad por las bandas ligeramente se salvó por la izquierda con Galán y Ferreiro porque en la derecha Miguelón y Sergio Gómez sufrieron lo indecible y apenas se prodigaron. Este último, además, estuvo fallón e impreciso en las conducciones, con un par de pérdidas que favorecían el juego del Racing, muy cómodo atrás ya que el Huesca era incapaz de llegar al área con las ideas claras.

Martín Solar ya daba un aviso a los 5 minutos con un disparo que repelió con los puños Álvaro y, aunque el Huesca tuvo unos minutos en los que parecía desperezarse, el que creó otra situación de peligro fue el Racing con un centro de Nando desde la izquierda que desbarató Pulido ante Guillermo, presto al remate en el primer palo.

Mediado este periodo llegó el gol racinguista. Nació de una contra, de nuevo montada por Nando por el costado izquierdo, con centro que cabeceó Guillermo anticipándose a Pulido y Datkovic.

La única ocasión oscense llegó un par de minutos después cuando Okazaki, en el área pequeña, mandaba alto el balón con la punta de la bota tras un saque de esquina.

Pasaban los minutos y el Huesca seguía sin rumbo, sin ideas y perdido. El descosido pudo ser mayor poco antes del descanso cuando Figueras mandó el balón a la red con dos remates de cabeza seguidos, gol anulado por falta del central cántabro al empujar a Pulido. El partido se ponía cuesta arriba y se requería un cambio radical. De fútbol, de tensión y de carácter.

En la reanudación, Míchel quiso dar una vuelta de tuerca dando entrada de inicio a Rafa Mir y Eugeni. Ferreiro se iba a la derecha, Cristo se escoraba a la izquierda y Mir compartía con Okazaki la punta de ataque. La ofensiva azulgrana tuvo sus mejores momentos en los diez primeros minutos. Fueron los únicos en los que realmente se generó peligro.

Javi Galán le sirvió en bandeja de plata un balón a Mir, que no alcanzó a rematar por los pelos. Animado por esa acción llegó otra buena, con gol de Rafa Mir, anulado por ayudarse del brazo para controlar el esférico.

Poco a poco se fue diluyendo el Huesca. La entrada de Mboula y Juan Carlos tampoco contribuyó a mejorar el panorama. Mucho amontonamiento de efectivos y escasa clarividencia. El Racing se mantenía firme y sin fisuras, tampoco muy incómodo. Ya en el descuento, en un constante querer y no poder, el Huesca pudo empatar en un corner que peinó de cabeza Rafa Mir, al que se le marchó fuera el remate.