SD Huesca

ANÁLISIS

Toca recuperar el pulso tras la derrota más dura

El ambiente de desazón y el desconcierto por el mal partido de Santander no debe desviar el objetivo del ascenso

Toca recuperar el pulso tras la derrota más dura
Toca recuperar el pulso tras la derrota más dura
P.S.

HUESCA.- Ya hemos visto que en este carrusel de emociones que nos da la liga, la alegría va por barrios. Y por momentos. El Huesca, con un laborioso esfuerzo, como una hormiguita, se había logrado aupar a la segunda plaza y al ascenso directo. El triunfo logrado en Zaragoza fue la catapulta para acariciar el cielo.

Está claro que cuando haces tantas cuentas, al final salen rosarios. La realidad es que el Huesca la pifió sin remisión. Fue víctima de sus errores y ahora tendrá que esperar los ajenos para recuperar el pulso y la posición de privilegio que había logrado.

Es obvio que este sábado el ánimo de la hinchada estaba por los suelos. Míchel había avisado que sería necesario hacer un gran partido y dar el máximo nivel. Ni lo uno ni lo otro. Más bien al contrario, un encuentro horrible y un nivel ínfimo para un equipo que se estaba jugando el ascenso en el escenario ideal y ante una víctima propiciatoria.

Hay que superar la desazón, ir al rincón de pensar durante unas horas y levantar la cabeza. Bastante desconcierto sembró la derrota como para ir dándose cabezazos contra la pared.

El Huesca tiene capacidad para remontar el vuelo y seguir pensando en el ascenso. Sea directo o por el playoff. Tiene detrás el equipo de Míchel a una ciudad y una provincia empujando con su aliento, cercano a pesar de esa lejanía que marca el fútbol de puerta cerrada.

Y que los demás hagan lo que quieran. Tiene que alejarse el equipo de los dimes y diretes que se tejen en las redes sociales. Lo mismo que la hinchada. El que importa de verdad es uno mismo, que somos todos los que con pasión siguen (seguimos) al Huesca y deseamos verle de nuevo en Primera. La de este sábado fue una derrota dura, de Segunda B, pero el ejercicio de fe requiere comprensión lectora como el buen estudiante.