FÚTBOL - ASCENSO A PRIMERA
Emociones contenidas en una noche de triunfo
La afición azulgrana tuvo una respuesta de diez y aunque no le faltaban ganas cumplió con las normas de seguridad
HUESCA.- La noche no se ha vivido como se hubiese deseado, pero la celebración iba por dentro y los corazones azulgranas aceleraron sus pulsaciones conforme pasaban los minutos y veían que el sueño se iba a hacer realidad. Sin reblar, no cesaron de animar al equipo, pero al mismo tiempo predominó la moderación que se había pedido. Han sufrido minuto a minuto, como si fueran ellos los que corrían en el césped del Alcoraz y se estuvieran midiendo ante el rival en tan importante jornada, y cuando ha finalizado el partido se han conformado con sonreír bajo las mascarillas.
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Los oscenses han puesto por delante cumplir con la normativa y la seguridad que marca la actual situación y se han quedado con las ganas de festejar como les hubiese gustado el retorno a Primera División y estuvieron a la altura.
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En los bares en los que habitualmente se reúnen los seguidores del Huesca para ver los partidos se han concentrado algunos grupos que aprovecharon para cenar mientras seguían el encuentro. Los minutos han ido pasando y conforme el Huesca se adelantaba en el marcador se han oído gritos y cánticos y el entusiasmo ha ido a más, pero ha habido que prescindir de los abrazos.
Ha acabado el partido y la tensión ha ido a más, el Huesca estaba a unos minutos de volver a Primera, tan solo se esperaba el resultado del encuentro entre la Ponferradina y el Almería, el reloj parecía ir más lento hasta que se ha oído el pitido final y se ha liberado la adrenalina acumulada durante las últimas horas, se ha alzado la voz, se ha cantado y poco más se ha podido hacer, aunque ganas no faltaban.
Al acabar la jornada futbolera se ha podido oír algún coche haciendo sonar el claxon, también se han disparado algunos petardos en los balcones y se han escuchado cánticos, algunos han salido a la calle y se han acercado hasta la plaza de Navarra a ver lo que había, que era poco, pero pronto se han dado la vuelta.
Pequeños grupos, algunos luciendo camisetas del Huesca han pasado por el centro, más que a festejar, a ver el dispositivo de seguridad, y han añorado el ambiente que se vivió hace dos años.
Y uno de los momentos de mayor expectación se ha vivido cuando en el edificio de Caja Rural dos jóvenes han salido al balcón y han acaparado la atención de los presentes mientras desplegaban una bandera celebrando la vuelta a Primera.
