SD Huesca

EQUIPACIÓN

Cuatro magias, tres camisetas

Las magias blanca, verde, viva y eterna se entrecruzan en las tres indumentarias presentadas por el Huesca

Cuatro magias, tres camisetas
Cuatro magias, tres camisetas
SD.HU.

HUESCA.- En medio de una ansiedad indisimulada y colectiva, prorrumpieron Okazaki e Iris Arnas con el primer uniforme, Pulido con el segundo y Rafa Mir con el tercero. Se ha convertido en un acontecimiento social en los últimos años, fruto del estado de éxtasis en el que nos hemos zambullido de la mano de jugadores que, como asegura el club, se han integrado en el entramado social con los valores de la lucha y el compromiso. Como tal, es objeto de debate, de disquisiciones, de fuertes discusiones, de controversias, de parabienes. Es como si las camisetas otorgaran puntos, quizás imbuidos del espíritu de la magia que imprime a fuego el pectoral de quien las porta. ¡Quién sabe! No es lo mismo sudar una zamarra que armoniza belleza e identidad que otra que conlleva apatía o desdén.

Pero lo de los puntos lo constataremos desde La Cerámica. De momento, nos podemos quedar con la descripción emanada del club: la diferencial Cruz de San Jorge impresa sobre el azul de fondo; la provincia en relieve en la blanca con el Aneto en el centro y la Cruz igualmente presente (aunque obviamente menos visible que en la tradicional, por cierto tampoco tan antigua en años); y esa magnífica tercera indumentaria verde con el ajedrezado jaqués. Para gustos, colores, pero por falta de simbología no será.

Me permitirán, queridos lectores, amigos aficionados del Huesca, que aporte además un contenido que es patrimonio de la experiencia. En la práctica del "branding" (el anglicismo inevitable en la explicación de las marcas y sus ramificaciones), estamos en disposición de reforzar el mensaje con el legado de prácticamente 35 años (en 2021 se celebrará –o no- la onomástica) de La Magia de Huesca.

En la edición inaugural de la campaña promovida por la Diputación de Huesca presidida por Carlos García que hizo furor en la segunda mitad de los ochenta, con el Peñas como gran estandarte visible en la máxima categoría de un baloncesto en plena ebullición, el mensaje estableció las cuatro grandes patas de la promoción turística con una penetración inteligentísima en el alma de nuestra provincia. El Alto Aragón desprendía una Magia Blanca, una Magia Verde, una Magia Eterna y una Magia Viva.

Probablemente nunca como en esta Liga 2020-2021 se ha abarcado toda esa condición inherente a nuestra tierra y a sus gentes. La Magia Blanca es la de las nieves, y así de nival es la segunda equipación del Huesca de este año, sinónimo además de progreso y ambición. La Magia Verde se mimetiza en la naturaleza, ese fastuoso don divino del que podemos presumir. La Magia Eterna nos sumerge en nuestro gran patrimonio histórico y monumental, que recuerda que Huesca en el corazón de Aragón fue cuna de ese magnífico edificio coral que es España. Y la Magia Viva es la de los habitantes de nuestra provincia, los que se enfundan orgullosos los atuendos para avanzar, codo con codo, en torno a una bandera que hoy nos señala y nos identifica por la audacia y el afán de seguir siendo el modelo de la humildad que no teme afrontar las más exigentes batallas deportivas.

En cada camiseta, se entrecruzan las magias. En la primera, la eternidad de la cruz sobre la tradición del azul. En la segunda, la blancura de las nieves y de las cumbres con la imperecedera cruzada. En la tercera, la esperanza de nuestros parajes verdes y la inmortalidad del ajedrezado jaqués. Las piezas de nuestro carácter.

Ya, ahora, amigos aficionados, están ustedes en todo el derecho de discutir sobre gustos y colores, aplaudir, aquietarse meditabundamente, expresar indiferencia, criticar y hasta rabiar. Pero, sobre todo, sepan que, sobre estas camisetas, durante un año, los aficionados vamos a caminar sobre hombros de gigantes y, desde esa privilegiada posición que nos enseñó Bernardo de Chartres, gozar de la vista inigualable de las cimas del fútbol. Y, en esa altitud, estaremos envueltos del orgullo reconfortante de la magia incomparable de la más bella, profunda y auténtica provincia de España... por lo menos. Un territorio de Primera que late al ritmo de los corazones que recorren diez comarcas. Sin reblar. Cuatro magias en tres camisetas.