SD Huesca

FÚTBOL - PRIMERA DIVISIÓN

Fieles siempre, ¿sin reblar?

Hoy toca hablar de por qué se fue el partido en Granada en 6 minutos

Granada-Huesca (3-3
Granada-Huesca (3-3
A. L.J.

Es difícil explicar cómo un partido que tienes ganado en el min. 87 estás a punto de perderlo en el 93. Es difícil pero, como casi todo, tiene una explicación: el Huesca rebló en Granada.

Sería un error pensar que los dos goles vienen por dos jugadas puntuales. Sería un error pensar que es mala suerte. Y sería un error pensar que los cambios o las teclas que se tocan durante un encuentro no tienen consecuencias para bien o para mal.

El partido se fue por muchas razones. Supongo que, por mucho que Michel dijera lo contrario en público y lo achacase a jugadas puntuales, sabe perfectamente que los errores del domingo se vienen sucediendo durante toda la temporada. Y sí, también lucieron las virtudes, pero hoy toca hablar de por qué se fue un partido en 6 minutos.

En ningún momento del encuentro la SD Huesca dominó los balones aéreos. Sufrimos, me atrevería a decir, más que nunca. Tanto a balón parado como en los centros laterales. Darwin Machís fue una pesadilla por la derecha y las transiciones ataque-defensa siguen siendo un quebradero de cabeza. Claro que también se hicieron cosas bien, muchas, por algo llegamos a dominar 1-3 en el marcador e incluso el partido estuvo controlado en grandes tramos del mismo. Pero, reitero, hoy no tocan piropos.

Hay días que, para controlar el juego aéreo, no hay que buscar altura ni gente impecable a balón parado. Y más si en esa faceta andas justo de recursos. La solución, en este caso, es atajar la jugada previa; evitar esos centros o faltas laterales que tantos problemas generaron en Los Cármenes. Por eso hubiera entendido, después del 1-3, otros cambios para agarrar los 3 puntos. Un día después sigo sin encontrar la explicación a ese último doble cambio -Juan Carlos y Escriche por Borja García y Ferreiro-. Así que ya tenemos 4 razones de peso: problemas en el juego aéreo (algo que viene de lejos), el daño de Machís por banda, las transiciones y una lectura equivocada tras el tercer gol de Okazaki.

Pero no todo lo podemos focalizar aquí. Hay una razón más: la gestión dentro del campo en determinados minutos. Porque a veces hay que jugar con la cabeza y poquito con los pies. Saber interpretar los partidos es casi tan importante como jugarlos, y en eso estamos muy lejos de lo que exige la 1ª División. O eso demostró la SD Huesca el domingo. Los equipos con menos recursos económicos y deportivos deben ser los que mejor se muevan en esta faceta. Solo así podemos entender cómo el Eibar se ha consolidado en la élite o cómo el Cádiz se acerca a la permanencia a cada jornada que pasa.