SD Huesca

COLABORACIÓN

El Huesca, obligado a ser valiente

El club tiene que hacer los movimientos necesarios para mejorar esta plantilla en la medida de lo posible

El Huesca, obligado a ser valiente
El Huesca, obligado a ser valiente
LOF

HUESCA.- La era Pacheta comenzó haciendo un resumen de lo que fue la etapa de Míchel en Primera División: una derrota dolorosa en un partido en el que no mereciste perder; con una primera parte en la que fuimos superiores e incluso nos pudimos adelantar y una segunda mitad -algo que viene siendo habitual- donde acabamos perdiendo el poco premio que hasta entonces se había conseguido.

Pero sería injusto valorar el trabajo de Pacheta por lo visto en Getafe. No creo que se puedan cambiar muchas cosas en tan solo 6 días, en los que además se han caído jugadores importantes como Sandro, Mosquera o Insua. De momento, alguna pincelada, pero nada que nos dé para pensar que esto vaya a cambiar de manera radical.

Y eso que Pacheta empezó con buen pie. Su discurso de presentación supuso el momento más emotivo de la temporada y nos enchufó de nuevo a todos. Ojalá el sábado contra el Villarreal el equipo pueda trasmitirnos lo mismo que el míster el día de su puesta de largo.

Es una obviedad que este equipo necesita refuerzos si queremos agarrarnos a la permanencia de una manera real. En nuestra anterior -y única- experiencia en Primera hasta la fecha llegaron en el mercado de invierno jugadores como Yangel Herrera, Enric Gallego o Javi Galán. Nombres que, pese al descenso final, consiguieron que nos enganchásemos al Huesca de Francisco. Y ese, como mínimo, ha de ser el objetivo de este Huesca, ahora de Pacheta.

Y para que el nuevo técnico tenga opciones de hacer una segunda vuelta de 27 puntos, que creo que es lo que necesitamos -mínimo- para conseguir la permanencia, el club tiene que hacer los movimientos necesarios para mejorar esta plantilla en la medida de lo posible.

A partir de ahora empieza otra liga muy diferente a la que se ha jugado hasta el momento. El Huesca está obligado a ser valiente, tenga delante la camiseta que tenga; y los rivales saben de nuestra necesidad imperial de sumar de tres en tres, porque siendo colistas hace falta una segunda vuelta de equipo que quiere jugar competición europea para hacer realidad el objetivo. Y aquí es donde se pueden dar dos situaciones. La primera, que los contrarios nos vengan a esperar sabiendo esa necesidad que nos ahoga. Y la segunda, que no ganar al colista sea un fracaso, por lo que cualquier equipo al que nos enfrentemos tenga esa obligación de vencernos siempre.

Sea cual sea el escenario de los partidos, habrá que ser valientes y creer en nuestras posibilidades. Porque, ahora sí, cada partido puede ser el último.