El éxito de Pacheta de "Güesqueta"

HUESCA.- En el capítulo 82 de #YaLuchoYoPorTi de los superhéroes de Aspace (se publica en nuestra web y es muy recomendable), un magnífico vídeo de 6:32 minutos juega con el nombre del entrenador del Huesca desde la duda de si, en realidad, su apodo no será Pachá y, al llegar a nuestra ciudad, lo hemos convertido en Pacheta. El malabarismo con las palabras es realmente prodigioso, para concluir que "celebraremos el éxito del Güesqueta de Pacheta". El diálogo es fascinante, ingeniosísimo, como si Irene Vallejo hubiera dirigido el junco hasta el infinito para entretejer el talento de estos hombres y mujeres que concluían que la salvación en Primera será festejada con "cerveceta y caldereta". Y, claro, es que este sufijo tan oscense lo hace todo más entrañable: "Suena mejor peloteta que pelota y una naranjeta sabe mejor que una naranja". Sentencia firme.

Al entrenador del Huesca, yo le aconsejaría que pusiera a los jugadores el vídeo. Es una muestra de superación, de explotación de todas las capacidades, de resistencia y de resiliencia. Y los resultados, como el de ayer ante el Granada, son fabulosos.

Los superhéroes de Aspace conjugan los tres verbos clave: creen, porque creen crean, y porque crean crecen. Y, así, las facultades rinden y los resultados se multiplican. El éxito depende del prisma con el que se mire.

Ayer, el técnico burgalés sorprendió con la alineación. En una ojeada convencional, cinco defensas para poca delantera del Granada y centro del campo aparentemente reducido a la mínima expresión. Pero, como en la Holanda de la naranja mecánica, nada es lo que parece, nada se reduce a la rigidez de la estructura. Yo les recomiendo, amigos lectores, que compren su libro, porque su filosofía explica la victoria de ayer. La honestidad en la base de todo y cuatro momentos que resumen todo: cuando tenemos el balón, cuando lo perdemos, cuando no lo tenemos y cuando lo recuperamos. Y, así, "oliendo" al jugador, ha "fichado" a Escriche y a Ferreiro, y nos ha regalado la esperanza. Porque hoy todos proclamamos que sí se puede, ¡claro que se puede!..