SD Huesca

FÚTBOL - PRIMERA DIVISIÓN

Quique Porta, invitado especial en El Alcoraz

El que fuera goleador del Huesca y del Granada en los años sesenta y setenta estuvo presente el partido del domingo

Quique Porta, invitado especial en El Alcoraz
Quique Porta, invitado especial en El Alcoraz
R.G.

HUESCA.- El partido entre el Huesca y el Granada del pasado domingo contó con un invitado especial. El club azulgrana invitó a Quique Porta, el que fuera goleador del conjunto oscense y traspasado al nazarí a finales de la década de los sesenta, donde logró convertirse en el "pichichi" del fútbol español por los 20 goles que marcó en la temporada 70-71 en Primera División.

Quique Porta, que llegó al Huesca en la campaña 64-65, vistió la camiseta azulgrana hasta la temporada 67-68, en la que "explotó" sus dotes goleadoras al conseguir 34 dianas. Ese registro le catapultó al Granada, que militaba en la máxima categoría y que pagó al Huesca por su traspaso 350.000 pesetas de la época, además de un partido amistoso del equipo rojiblanco en San Jorge, que reportó otras 300.000 pesetas a la tesorería del club que presidía José María Mur y que sirvieron para hacer frente a los gastos de la construcción de El Alcoraz.

En el Granada, tras una etapa inicial un tanto complicada, porque al goleador le quisieron hacer jugar de defensa central y estuvo un año en el filial, Recreativo Granada, irrumpió en la temporada 71-72 con sus mejores dotes para marcar una veintena de goles que le otorgaron el trofeo "Pichichi" de Primera División. Permaneció en el Granada hasta 1975, regresó a su tierra (es de Villanueva de Gállego, donde el campo de fútbol lleva su nombre), jugó en el Zaragoza y se retiró definitivamente en el Huesca, donde acudió al rescate para la permanencia en Segunda B. Jugó los últimos 14 encuentros y se convirtió en el máximo goleador. A lo largo de su carrera, Quique Porta marcó 71 goles con el Huesca, 34 con el Granada y 6 con el Zaragoza.

El domingo, acompañado por su esposa, se reencontró con los equipos de sus amores. Hace un par de temporadas, en un encuentro de "nueves" organizado por la peña Fenómenos Oscenses, relató ese anecdotario vital y afirmó sentirse "muy orgulloso de haber estado en el Huesca. Cumplí muy bien mi propósito que era meter goles, y la afición me recuerda con cariño".

No deja de ser curioso que en dos momentos puntuales dos futbolistas del Huesca hayan marcado la pauta en los traspasos con su marcha al Granada. El de Quique Porta fue el primero a finales de los años sesenta y cuatro décadas después el de Mikel Rico por 600.000 euros.