"Así se dirige una entidad"

En el libro, usted habla de sus dilemas. Son más bien encrucijadas. ¿Qué tipo de encrucijada ha sido la que le ha conducido a Huesca?

El año pasado, vinimos aquí y me atropellaron. Me atropelló el Huesca, ¡uff! No era capaz de parar aquella avalancha. De aquí salí diciendo: ¡uy! Aquel partido me enseñó mucho. A partir de ahí, el foco estaba en Huesca. Teníamos toda la segunda vuelta viendo los partidos del ascenso del Huesca y aprendimos del Huesca. ¿Qué es lo que me ha traído aquí? Yo he venido mucho aquí a ver fútbol cuando era secretario técnico o director deportivo. Es una entidad en la que conozco quién manda, cómo está el tema… Es una entidad muy parecida al Numancia y vengo educado en ese aspecto. Tengo cosas ganadas. Es una provincia parecida a Soria, muchos más habitantes aquí. Una ciudad a 500 metros de altura, Soria a 1.000. Hace mucho menos frío, pero la vida es muy parecida. Y, sobre todo, me atraen los futbolistas, la conversación que tengo con Rubén, con Petón,… Y lo que más me atrae es que ojalá se porten conmigo en tiempo, forma, en todo, como se portaron con Míchel cuando decidieron la destitución. Eso engrandece a una entidad que no os hacéis una idea. Hay que felicitar a Rubén, Petón, Manolo, porque así se dirige una entidad. De verdad, así. Hay que ponerlo mucho en valor, porque no he visto actuar así. Yo he vivido situaciones muy duras, destituciones muy dolorosas de las que no me he recuperado todavía. De Cartagena no me he recuperado. Cuando lo recuerdo, se me ponen los pelos de punta. Te destituyen en el último partido de liga y no juegas el playoff, cuando yo entrenaba en Segunda B para jugar en playoff. Al final, yo estaba en la calle.