SD Huesca

PRIMERA DIVISIÓN

El Huesca, con tendencia al alza en juego y resultados

Pacheta da valor al crecimiento y a las buenas sensaciones del equipo

Los jugadores del Huesca celebran el gol de Sandro en Ipurúa.
Los jugadores del Huesca celebran el gol de Sandro en Ipurúa.
LOF

La plantilla del Huesca regresa este martes a los entrenamientos con la mirada puesta en el Celta y en otros tres puntos de suma importancia en la escalada hacia la salvación.

Pacheta insistía en no pensar en finales, ni siquiera en mirar a la clasificación porque a él no le obsesiona. Así, tras el empate de Eibar, huía de la terminología finalista cuando queda camino por recorrer. “Hay vida después pase lo que pase y ese es el mensaje, qué más nos da si estamos fuera del descenso. Viene el Celta y tenemos que ganarle, no tenemos otra lectura, cuantos más puntos mejor, pero la situacion clasificatoria no nos lleva a cambiar el objetivo del siguiente partido. Tenemos que seguir apretando los machos, no veo ninguna diferencia en el planteamiento para el siguiente partido, nos iríamos más contentos si hubiéramos ganado, pero estoy orgulloso e ilusionado porque sin estar bien sin balón hemos competido, esto es una guerra de guerrillas”, dijo el técnico, añadiendo que se iba “con buenas sensaciones porque seguimos y estamos en la pomada”.

El mejor de los de abajo

Con Osasuna saliendo del agujero en el que se encontraba y en una escalada muy evidente tras sumar 9 de los 12 últimos puntos (suma ya 28), el Huesca es de los mejores equipos del furgón de cola.

La tendencia del “efecto Pacheta” es la más positiva pese a que los azulgranas no han abandonado el farolillo rojo. Con él en el banquillo (siete partidos), el Huesca ha sumado 8 de 21 puntos.

Esa tendencia alcista contrasta con la caída que están mostrando sus “compañeros” de viaje en la zona caliente de la tabla.

El Getafe (27), atascado como estaba (desde que ganó al Huesca hasta su triunfo ante el Valencia se ha pegado una serie de seis derrotas y un empate), logró un balsámico triunfo que le permite tomarse un leve respiro.

El Valencia (27), irregular como va, empieza a verle las orejas al lobo como se apreció en las lágrimas de Paulista ante las cámaras de televisión y al ser preguntado por la crisis.

El Cádiz, con 25 puntos, no levanta cabeza ni por empatar en Barcelona. Lleva 2 de 21.

El Eibar (22) está parecido. En casa solo ha ganado al Granada y lleva una racha de 3 de 21.

El Valladolid tampoco está para tirar cohetes. Desde que venció a Osasuna en la jornada 13, acumula 12 partidos sin ganar con un bagaje de 6 de 36 puntos.

El Elche (21) se estiró con su triunfo sobre el Eibar pero batió récord negativo de jornadas sin ganar.

Más desahogado está el próximo rival del Huesca, el Celta. Pero los gallegos han pasado de un diciembre de récord y pletórico (cuando jugó el Huesca en Balaídos) a una cuesta de enero y febrero que les ha frenado en seco. Tanto, que de los últimos diez partidos solo ha ganado uno, ha perdido 5 y ha empatado 4, el último ante el Valladolid.

Y en general en todos los equipos (excepto el Elche por el cambio de entrenador) se ve amargura y angustia no solo por los resultados sino también por el juego. Es lo contrario del Huesca, que con paso lento pero seguro ha ido comiendo terreno en la segunda vuelta: 7 puntos al Cádiz, 5 a Valladolid y Eibar y 4 a Elche y Getafe.

El Celta llegará con dos bajas notables (el central Araújo y el pivote Tapia), aunque con toda su artillería disponible al recuperar Coudet a Nolito. Y Aspas, a quien el Huesca se le ha dado bien con goles en los últimos enfrentamientos.