SD Huesca

COLABORACIÓN

Nos esperan preparados

No queda otra que pasar página, porque el jueves llega otra oportunidad

Javi Galán trata de mantener el balón ante un jugador del Alavés.
Javi Galán trata de mantener el balón ante un jugador del Alavés.
LOF

Como me dijo un amigo el pasado domingo, la derrota de la SD Huesca con el Alavés se gestó durante la semana previa. Y no puedo estar más de acuerdo. Demasiadas entrevistas hablando de milagros -milagro, por cierto, que todavía está muy lejos de conseguirse-, demasiados halagos a unos y a otros y una euforia desmesurada. Quizás es normal, sobre todo entre aficionados que llevan tanto tiempo sufriendo con los puestos de descenso. Para ellos sí era comprensible. Pero, para el resto, no.

El Huesca, hasta esta semana pasada, era invisible para todos. Y eso era casi un súper poder en esta Primera División. Pero a partir de ahora, ya no. Ya no habrá que pedir “que nos esperen, que se preparen”, porque nos esperan preparados.

El choque de Vitoria era una auténtica final. Hay partidos que perdiéndolos no desciendes, pero ganándolos son media salvación. Y éste fue uno de ellos. Se escapó una ocasión inmejorable para dejar “tocado y casi hundido” a uno de esos rivales con los que nos vamos a jugar repetir el sueño de Primera la próxima temporada.

Dejando a un lado las polémicas (penalti claro por mano, la posible expulsión de Battaglia…), la realidad es que el Huesca se asemejó a la versión mostrada hace tres jornadas en El Alcoraz frente a Osasuna. Un equipo plano, con poca profundidad y muy poca presencia en área contraria, salvo los últimos 15 minutos de la primera parte. Nos costó mucho conectar con los carrileros, Sandro nunca estuvo cómodo con balón y a Rafa Mir tampoco lo encontramos al espacio. Signos que minimizaron nuestras opciones de victoria.

Y tampoco es que el Alavés hiciera un partido excelso. Por eso la sensación que me queda es que se dejó pasar una oportunidad para dar un golpe encima de la mesa. Todavía con el partido reciente, pienso que nuestro rival nos ganó porque ellos sí enfocaron la semana y el partido como lo que era: una final.

No queda otra que pasar página, porque el jueves llega otra oportunidad. Una más. Nos espera el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. Y estoy convencido que podemos conseguir volver de Madrid con algo en la mochila. En la ida ya rascamos un punto y sé que Pacheta y los suyos volverán a mostrar su mejor versión en un día grande, cuando los focos del fútbol mundial vuelvan a apuntar hacia nosotros. Pero no olvidemos que, a partir de ahora, “nos esperan preparados”.