ANÁLISIS
Aferrarse a un clavo ardiendo
Habrá que ver qué hacen los enemigos directos de la SD Huesca, porque las cuentas de la salvación también pasan por ellos
Con la moral que nos da Pacheta, no seré yo el cenizo de turno que aparezca para aguar la fiesta. A bote pronto nos quedamos con la sensación de una imagen amarga y distorsionada del equipo que hace dos semanas celebraba la salida del descenso. Tres derrotas después el semblante ha cambiado de forma radical. Más que una colleja, ha sido un bofetón para ver que un rival directo se nos escapa.
Pero en el otro lado tenemos el corto plazo y en ver qué hacen los enemigos directos, porque las cuentas de la salvación también pasan por ellos. Así que además del Huesca-Real Sociedad, tenemos el Eibar-Alavés, Elche-Atlético de Madrid y Valladolid-Betis. Vamos a ver si de todo esto nos sale algo para cambiar la cara. Vivos hasta el final, de eso se trata. De no reblar.