SD Huesca

El público debe celebrarlo

Denis Vavro
Denis Vavro ante la Real Sociedad
Agencia EFE

EN LA EUFORIA contenida que nos invade, un cierto sabor agridulce asoma por la ausencia de público en El Alcoraz, como en todos los partidos. El adjunto a la Presidente de LaLiga, Roberto Bermúdez de Castro, reivindicaba este sábado en un lúcido artículo de opinión la presencia de respetable en las gradas. Y le sobran argumentos aunque intentaré añadir uno fundamental.

El fútbol español, a través del órgano representativo de sus clubes, ha dado ejemplo de seriedad y coherencia en la toma de decisiones en estos catorce fatídicos meses. Incluso, se ha ofrecido al gobierno para ser parte de la solución, mientras ha sido escrupulosamente respetuoso con las decisiones del ejecutivo. Como empresa de empresas, ha mirado por la salud de sus “empleados”, con sistemas de detección adelantados que han favorecido que los contagiados no fueran agentes de infección activos.

Pero es que, además, la Sociedad Deportiva Huesca, como el Zaragoza y todos los clubes de fútbol están perfectamente preparados para abrir las puertas con los aforos razonables y con las medidas más rigurosas. Y, en este sentido, no es necesario buscar comparativas que se caen por su propio peso. Con los preceptos que explicitan las autoridades sanitarias, ver el Huesca-Athletic al aire libre y con distancias no sólo es posible, sino justo. Devolvamos el sentido común y la pasión a una industria que tiene un peso específico muy relevante en el PIB español.

Este sábado hubiera sido un día grande. La Real Sociedad es un equipazo, el quinto de la Primera División, con jugadores de proyección internacional. Pacheta, al que me lo imagino -sinceramente- con una flor en salva sea la parte, ha sabido plantear un partido serio, advirtiendo a los suyos las frivolidades del encuentro ante el Getafe (para mí, nada que reprochar ante el Atlético de Madrid e influencia arbitral desmedida en Vitoria).

Sandro, después de noventa minutos de taquicardias, nos ha entregado para esta noche un buen somnífero. Dormimos en salvación a la espera del “aúpa er Beti man que pierda” ante el Valladolid. Queda mucha vida. Creamos.