Cádiz, 2 - Huesca, 1
Los jugadores, uno a uno
Álvaro Fernández: Se podría haber dado un garbeo por la tacita de plata de finos y pescaítos. Poquísimo trabajo. Seguro.
Pablo Maffeo: El catalán, sin finura en esta ocasión. No debería haber recibido el delantero en el segundo gol en el que él le marcaba. Tiene mucho más fútbol.
Denis Vavro: El central, sin lucimiento. Sustituido en el descanso, quizás por un pisotón en el que, curiosamente, le pitan a él la falta.
Dimitrios Siovas: Es una garantía normalmente pero en el debe de la tripleta de centrales está no cerrar las jugadas a balón parado. Buen rendimiento, contundente.
Gastón Silva: Retorno del uruguayo con solvencia salvo algún error mínimo. Es una buena noticia su vuelta.
Javi Galán: Es obvio que el pacense ha pasado de su versión deslumbrante a otra más bien aseada. No se le puede reprochar entrega, pero ha perdido clarividencia en el regate y en el centro.
David Ferreiro: Se nota cuando el gallego entra menos en juego. Hay que buscarle más porque da muchos quebraderos de cabeza al contrario. Todavía tiene mucho que decir.
Pedro Mosquera: No ha vuelto con el físico de antes de la lesión, pero sin embargo conecta bien con sus compañeros. Quizás no era el cambio más adecuado.
Mikel Rico: Derroche de energía del vasco, al que sin embargo apenas se le ve fino en el ataque. El Huesca necesita al veterano.
Sandro Ramírez: El canario es sencillamente buenísimo. Hernández Hernández ha sido protector de sus marcadores, porque recibe unos sobos impresionantes.
Rafa Mir: Es enorme el murciano. El gol desde 37 metros que sorprende a Ledesma es de los mejores de la Liga. Y si le llega a entrar un segundo que se ha ido lamiendo la escuadra hubiera sido para erigirle un monumento. Hay que buscar más su cabeza porque siempre remata.
Sergio Gómez: Algo debe tener el agua cuando la bendicen. Míchel lo consideraba uno de los primeros recambios y Pacheta también. Tendrá alguna explicación pero puede ofrecer mucho más. Se va animando.
Pedro López: El veterano lateral es un modelo de profesionalidad. Listo como él solo, solventa a la perfección las carencias de la edad y con el balón en los pies es de lo mejor.
Dani Escriche: En una posición hasta extraña, el joven sorprende. Capaz de lo mejor y lo peor, aporta dinamismo al equipo. Lástima que no remacha.
Idrissa Doumbia: Parece que juega sin despeinarse pero es una garantía para evitar peligros en los partidos locos.
Shinji Okazaki: Nos lo han cambiado. La que coge a la media vuelta en su plenitud era gol.