SD Huesca

SD HUESCA

Cuatro viajes a Burgos sin ver puerta y solo con un empate

Oscenses y burgaleses tan solo se han enfrentado en una eliminatoria copera, la histórica promoción a 2ª B y dos duelos ligueros

Edu Roldán pugna con un jugador del Burgos en el partido de 2008.
Edu Roldán pugna con un jugador del Burgos en el partido de 2008.
LOF

El Huesca va a realizar este domingo su quinta comparecencia en El Plantío para medirse a un Burgos renacido después de su victoria en Oviedo el jueves. Hasta ahora, el equipo azulgrana tan solo ha podido “rascar” un empate (el año que subió el Huesca al fútbol profesional, a Segunda A) y, como denominador común -toquemos madera para este quinto duelo-, los oscenses no han perforado la portería burgalesa en ninguna ocasión.

El estadio, que ha sufrido notables obras de mejora con el ascenso, es lo único que queda de las anteriores visitas del conjunto azulgrana a la ciudad castellana, una en Copa del Rey, dos en Liga y otra en la promoción de ascenso de Tercera a Segunda B.

Para los aficionados más veteranos es precisamente aquel encuentro de la fase de ascenso, disputado el 9 de junio de 1985, el más recordado de todos por lo que supuso. El modelo de aquella promoción consistía en dos eliminatorias a ida y vuelta en las que el vencedor final lograba el salto a Segunda B. El Huesca, que había solventado la primera ronda ante el Cieza, se las tuvo que ver con el Burgos en la manga definitiva.

El partido de ida se jugó en El Plantío y el Burgos ganó 1-0 con un tempranero gol de Molinero, de cabeza, a los 16 minutos.

Ese encuentro dejó en las arcas burgalesas una taquilla de 2.900.000 pesetas en medio de un ambiente de gala y numerosa presencia de seguidores azulgranas. “El Huesca fue como el Cid, ganó la batalla después de encajar un gol”, fue el titular de la crónica de este periódico en aquella fecha, en la que se puso de manifiesto “la entrega, el corazón y la garra” de las huestes entonces dirigidas por Luis Ausaberri. Un Huesca que terminó jugando en inferioridad por la expulsión de Mariano Val en el minuto 72.

El Huesca formó con Garde, Conde, Orúe Estallo, Omiste, Camarón, Val, Petón, Garzo (Cuco, 75), Paco Paradís y Cerdá (Javi Sánchez, 66).

En el partido de vuelta, una semana más tarde en El Alcoraz, el resultado fue de empate a cero, insuficiente para las aspiraciones del Huesca, que se estrelló en su acoso y derribo en el segundo tiempo en las excepcionales intervenciones del meta Bastón, pasaportado luego al Atlético de Madrid y cuyo hijo, Borja, ahora en el Oviedo, llegó a vestir de azulgrana en la campaña 12-13 en Segunda División cedido por el Atlético.

Antes de este duelo, Burgos y Huesca habían protagonizado otro doble duelo en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey de la temporada 1977-78. Entonces el Burgos militaba en Primera División y encarriló la eliminatoria en El Plantío al vencer a los oscenses por 2-0.

Un reconocido Lucien Muller dirigía al cuadro burgalés y el siempre bien recordado (por el Huesca y el Zaragoza) Luis Costa estaba en el banquillo azulgrana. Los goles de Chazarreta y Quini en el segundo tiempo quebraron las ilusiones del Huesca de traerse a El Alcoraz un marcador más abierto para sus posibilidades. Misión imposible porque el Burgos ganó 1-2, con gol azulgrana de Palacino.

Aquel Burgos, que justo una temporada antes había traspasado a su gran estrella, Juanito, al Real Madrid, formó con Navarro (al año siguiente fichado por el Atlético), García Navajas, Ruiz Igartua, Salas, Kresic, Gómez, Chazarreta, Quini, Pachín, Viteri y Andrés. También entró Portugal, que igualmente fichó por el Madrid.

El Huesca, entonces en la recién nacida Segunda B, presentó batalla con Alonso, Ausaberri, Pedro, Calvo, Pastor, Carmelo, Chirri, Peralta, Lacruz, Palacino y Lasaosa. Camarón y Sierra entraron en el segundo tiempo.

Ya en competición liguera, Burgos y Huesca se encontraron en Segunda B en la temporada 82-83. Solana dirigía a los castellanos e Ignacio Rojas a los azulgranas, que firmaron su mejor campaña en la categoría hasta ese momento.

El Burgos estaba hecho para el ascenso a Segunda A y el partido de El Plantío se saldó con triunfo burgalés 2-0 (en cuyas filas militaba, entre otros, Azkargorta), goles de Emiliano y Heras en los minutos 25 y 85. El Huesca alineó a Garde, César, Esparza, Puigcerver, Orúe, Estallo, Chera, Moraleja, Petón, Alejandro y Carlos. El boleano Claver y Delcourt entraron tras el descanso.

En la primera vuelta, en El Alcoraz, el Huesca había vencido 1-0. Y al término de aquella campaña el Burgos, que arrastraba grandes problemas económicos, desapareció del mapa por impagos. Su tercera posición en la tabla le dejó sin el ascenso a Segunda y allí acabó su recorrido.

Mikel Rico, superviviente de la última visita

Y la cuarta visita del Huesca a El Plantío es de la época “milenial”, también en Segunda B, en la temporada 2007-08. La misma en la que el Huesca logró el ascenso a Segunda División y el Burgos descendió a Tercera.

Hay que destacar que en el Huesca actual “sobrevive” de aquel equipo Mikel Rico, que vivió el ascenso pero que luego tuvo que regresar al “purgatorio” del Poli Ejido, que tenía sus derechos, para después volver al conjunto oscense y más tarde, con el Granada y Athletic, “explotar” su enorme trayectoria profesional y volver de nuevo a Huesca, donde vive su tercera etapa.

El choque en feudo castellano se saldó con tablas (0-0) (en la primera vuelta había ganado el Huesca 1-0). De nuevo sin ver puerta en El Plantío en un encuentro titulado en este periódico con “Buena defensa y poco fútbol”.

En las gradas, 2.500 aficionados y un centenar de seguidores de la “marea azulgrana”. A título anecdótico, Armando Borraz se presentó con una garrafa de vino y un jamón para los aficionados. Y también aquel encuentro recordó a Antonio Liso, entonces conductor del autobús del Huesca, que fue en El Plantío donde debutó como juez de línea de Fernando Tresaco en Segunda División en un Burgos-Salamanca.

Aquel Huesca de Manolo Villanova (que poco después de este partido cedió el testigo a Onésimo), más recordado por los hinchas de esta larga década prodigiosa que ha vivido el club, formó con Eduardo, Robert, Corona, Chechu Dorado, Ripa (Castán, 70), Sorribas, Lalo, Edu Roldán, Mikel Rico, Rodri (Tito, 55) y Roberto (Pereira, 75).