SD Huesca

SEGUNDA DIVISIÓN

“Un día para no olvidar”: la unión del Huesca con su afición

El encuentro en Miranda de Ebro debe suponer un punto de inflexión en el campo y en la grada tras lo vivido el sábado

Los jugadores celebraron la victoria con los aficionados oscenses que fueron a Anduva.
Los jugadores celebraron la victoria con los aficionados oscenses que fueron a Anduva.
SD Huesca

El partido ante el Mirandés puede suponer un punto de inflexión para el Huesca y no solo a nivel deportivo. El gesto del club regalando el viaje y la entrada para el encuentro y la respuesta de la afición pueden suponer el regreso de esa unión entre equipo y afición que tan fuertes ha hecho a los azulgranas en los últimos años, especialmente en El Alcoraz.

“Un día para no olvidar” es la frase que comparte la entidad oscense en sus redes sociales, acompañada de imágenes en las que jugadores y seguidores oscenses celebraban el triunfo en Anduva después del partido en el que se derrotó al Mirandés por 0-1 con un gol de Marc Mateu.

El pasado sábado volvió la ‘marea azulgrana’. El último desplazamiento masivo del Huesca había sido hace más de dos años, en la jornada 35 de la temporada 18/19 en Primera División. Fue el 28 de abril de 2019, cuando once autobuses cargados de aficionados oscenses viajaron a Villarreal en busca de ayudar a su equipo a mantenerse vivo en la pelea por la permanencia.

Los futbolistas azulgranas pudieron celebrar una victoria seis jornadas después.
Los futbolistas azulgranas pudieron celebrar una victoria seis jornadas después.
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El ambiente en el Estadio de la Cerámica fue de gala, pese a que las condiciones de la grada visitante no eran las más óptimas para vivir de la mejor forma posible un partido de fútbol. Pero eso no amilanó a los oscenses, que animaron y se tuvieron que conformar con un 1-1.

Esta vez fueron seis autobuses y más de cuatrocientos azulgranas los que llegaron a Miranda de Ebro y, gracias a ellos, se vivió, como decían las redes sociales del Huesca, “un día para no olvidar”.

La afición estuvo de diez y los jugadores respondieron en el campo con compromiso, sacrificio y una victoria. Había ganas de celebrar y se notó al final del partido, cuando la plantilla saltó al verde y fue al fondo visitante, en el que seguían los oscenses cantando y animando, como ya habían hecho durante todo el choque.

Ahora, será fundamental para el equipo que esa buena armonía con la hinchada se traslade a El Alcoraz. La temporada no está siendo fácil para la afición oscense, ya que muchos de los partidos que ha jugado su equipo en su estadio no han sido para nada brillantes. Ahora, los futbolistas ya saben qué deben hacer para recibir ese respaldo. Lo confirmaron Gaich y Mosquera tras el partido en Anduva: devolver ese apoyo “dentro del campo”.