Lluís Sastre cuelga las botas "como un oscense más"

El Huesca ha dado a conocer este jueves el adiós al fútbol en activo de Lluís Sastre, todo un histórico del club azulgrana, con quien ha vivido los mejores momentos de los tres últimos lustros y más de doscientos partidos.

“Lluís Sastre deja el fútbol y se convierte en historia de la Sociedad Deportiva Huesca”, afirma la entidad oscense, con la que va a mantenerse ligado en el área deportiva, en una nueva etapa que para él puede ser de formación a la vez que aporta su experiencia, talento y conocimientos en el fútbol base y en la labor de captación de jóvenes jugadores.

Lluis Sastre vivió su primera etapa entre 2007 y 2012. En su primera campaña llegó como cedido del Zaragoza -estaba en el Deportivo Aragón, que a su vez lo había incorporado procedente del Barça B- y en esa temporada ya fue uno de los héroes del histórico ascenso de Écija a Segunda División y la entrada de lleno en el fútbol profesional. A raíz del ascenso el club azulgrana adquirió sus derechos al Zaragoza y Sastre siguió siendo pieza clave hasta que cerró su primer ciclo azulgrana al término de la temporada 11-12. Cinco campañas y 142 partidos le contemplaban.

Se fue al Valladolid, donde debutó en Primera División y cumplió una brillante etapa de tres temporadas (2012-2015), para fichar por el Leganés, donde de nuevo fue otro de los pilares del ascenso pepinero a Primera División en el curso 2015-16.

Y mediada la temporada siguiente, 16-17, Lluis Sastre encuentra de nuevo la oportunidad de volver al Huesca, dirigido entonces por Anquela. El curso siguiente sí tuvo un papel más destacado con Rubi y el histórico ascenso azulgrana a Primera División, cerrando así el círculo de haber jugado con el Huesca en las tres primeras categorías del fútbol español, una situación que también han vivido Juanjo Camacho y Mikel Rico. Mediada la temporada 18-19 el centrocampista balear, al no contar con muchos minutos, puso rumbo a Chipre y tras un par de años lejos del fútbol español regresó a Huesca y al Huesca, que le abrió las puertas de nuevo para aportar su experiencia en el filial, en su estreno en Segunda RFEF, donde las lesiones le han castigado. El encuentro ante el Español B, en Cornellà, fue el último en el que impartió su magisterio.

En declaraciones a  los medios del club, Sastre se siente “un oscense más. Llegué al club con 21 años y ahora tengo una familia de Huesca, mi mujer es de aquí y tengo dos hijos. Estoy muy agradecido al club y a la afición por el respeto y cariño que me han brindado”.

Después de casi una década ligado al Huesca, recuerda que “más de la mitad de mi carrera la he pasado en Huesca, donde he tenido la suerte de vivir esos ascensos en primera persona. Fue algo increíble y me siento orgulloso de haber podido vivir estos momentos tan especiales para el club”.

Y aceptó la apuesta del filial. “Con la SD Huesca B he intentado sobre todo aportar mi experiencia, mis años como futbolista y todo lo que he podido vivir. Además, al conocer bien el club, también explicarles cómo funciona y lo que significa la SD Huesca”.

Sastre, que ha disputado ocho encuentros con el filial, reconoce que le hubiera gustado dejarlo “jugando y sintiéndome bien sin lesiones, ayudando en el campo que es lo que más me gusta”, aunque la situación no borra el recuerdo de una carrera deportiva plena con dos momentos clave: “Mi debut en Primera, el sueño de todo niño, con el Real Valladolid y el ascenso en Lugo con el Huesca, con el autobús y la celebración por las calles de la capital oscense y la gente entregada”.

El mediocampista, “seguro de que el filial salvará la categoría y podrá salir de esa zona”, ya se ha integrado en la estructura de la secretaría técnica del fútbol base de los azulgranas. Toda una leyenda con pasión por el fútbol y con unos conocimientos y experiencia que seguirán sumando a la causa azulgrana.