SD Huesca
Por
  • Luis Costa

Es el día

Joaquín Muñoz celebra el gol que supuso la victoria del Huesca en su visita al Fuenlabrada.
Joaquín Muñoz celebra el gol que supuso la victoria del Huesca en su visita al Fuenlabrada.
Lof

El domingo es el día. De llenar por fin el nuevo Alcoraz. De conseguir 3 puntos más que nos acerquen un poco más al playoff. Pero, sobre todo, es un día para disfrutar. De una tarde de fútbol especial, diferente, en la que, pase lo que pase en el verde, el fútbol aragonés ha de ser un ejemplo para el resto de fútbol español. Y eso tan sólo depende de nosotros.

Hace apenas unas semanas, parecía que el derbi iba a ser un tanto descafeinado, sin apenas opciones de nada ni para unos ni para otros. Pero, todo lo contrario. Ambos equipos llegan, posiblemente, en el mejor momento de la temporada, por lo menos en lo que a resultados se refiere.

El Real Zaragoza ha obtenido 8 de los últimos 15 puntos, los últimos 3 ganando a un lanzado Girona que en La Romareda vio cortada la racha de 5 victorias consecutivas. Y la SD Huesca, por su parte, suma 10 de los últimos 12 gracias a 3 victorias en las últimas 4 jornadas. Números que han colocado al equipo de Xisco a sólo 6 puntos de la promoción de ascenso por los 7 a los que está el Real Zaragoza que, ojo, tiene todavía que medirse al Real Oviedo, que esta próxima jornada visita al Sporting en El Molinón. ¿Qué quiero decir con todo esto? Que tengo la sensación de que, quien gane este domingo, luchará por la sexta plaza hasta el último día. Y eso, viendo la temporada de ambos, ya es un premio gordo.

En lo ambiental espero un partido espectacular. Pero, dentro del terreno de juego, espero un partido de pocos riesgos, de no cometer errores y, en caso de que los haya, hacérselos pagar caro a quien los cometa. Porque se enfrentan dos equipos que se sienten más cómodos siendo dominados que siendo protagonistas. Y es en ese papel de ‘secundarios’ es donde esta temporada hemos visto la mejor versión de ambos, frente a rivales que monopolizaban la posesión.

No creo que ninguno se atreva a cambiar el guion ante una cita como ésta. Será un partido de momentos, como ya sucediera en la ida en La Romareda, aunque entonces ninguno de los dos supo aprovecharlos. De ahí la importancia de sacar partido a las oportunidades, cuando se presenten, y saber sufrir cuando toque.

La SD Huesca, pese a la buena dinámica de resultados, sigue siendo irregular. Como ya lo fue en la primera vuelta, solo que ahora con una plantilla superior y un fondo de armario que sí es capaz de cambiar el rumbo de un partido. Por ahí puede estar, precisamente, una de las claves de este derbi. En un partido con dos equipos de perfil similar, será en el tramo final cuando las opciones de ambos se acentúen y sólo quien esté en ese momento sobre el césped de El Alcoraz podrá decantar la balanza.

Ojalá la SD Huesca sume 3 nuevos puntos que mantengan vivo un objetivo por semanas imposible. Pero, sobre todo, el triunfo definitivo que reconcilie al equipo y la afición. Este domingo, más que nunca, fieles siempre sin reblar.