El partido de la ilusión y de la máxima necesidad

Es el partido de la ilusión y de mantener vivo el sueño. El objetivo común es la victoria para no perder comba y seguir al acecho de quienes hoy por hoy están mejor posicionados y llevan la delantera con una renta más que holgada.

Huesca y Zaragoza llaman a la fiesta con la obligación de ganar. Les espera a ambos el toque de corneta que suena en el esprint final de la competición liguera. Los dos entrenadores han hablado del control de las emociones, de las dificultades que plantean ambos equipos, del respeto y de todo el repertorio de tópicos de un duelo “especial”.

El Huesca llega en su mejor momento. Sobre todo de resultados, tras sumar diez de los últimos doce posibles. Y también tras haber frenado la sangría de puntos que estaba sufriendo en casa. No es normal que un aspirante al ascenso se haya dejado hasta la fecha 29 puntos en su campo, muchos de los cuales estará echando de menos. Y en esa tesitura anda también el Zaragoza, que en La Romareda ha visto cómo la “fuga” se ha elevado a los 25.

Han sido dos equipos irregulares y su posición en la tabla se corresponde con sus altibajos, con no haber pillado una racha contundente. El Zaragoza se vio lastrado al comienzo por los empates (ahora es el segundo con más “tablas”, 17 en total, solo superado por el Lugo) y encadenó una fulgurante racha de cuatro victorias que le impulsaron desde las cercanías del descenso a las proximidades del playoff.

El Huesca está un punto por encima en la clasificación. Pero estamos en las mismas. Fuera de casa el equipo ha carburado (es el quinto mejor visitante) pero en El Alcoraz ha concedido en exceso hasta en las últimas semanas, en las que ha recuperado el aliento y ya muestra esa condición de candidato que le faltó en la primera mitad e inicio de la segunda del curso.

Y los dos saben que sus posibilidades de playoff son complicadas, fundamentalmente porque no dependen de sí mismos.

Xisco Muñoz confirmó ayer que tiene a todos sus jugadores disponibles. Despejó así las dudas que habían dejado las molestias de Escriche e incluso de Gerard Valentín durante la semana. Volvió a felicitar a los servicios médicos, recuperadores y preparador físico por el trabajo que hacen y que ha servido para vaciar la enfermería y tener a punto a toda la artillería.

En realidad la única baja es la del propio Xisco, que tiene que ver el choque desde alguna cabina en las alturas del estadio al quedarle pendiente un partido de sanción. “Sí que me da pena tener que verlo desde fuera. Pero estoy muy contento con todo el staff, sabemos unirnos en los momentos más difíciles y esa conexión es muy buena. Todos lo vamos a sentir y a vivir al máximo porque es especial para todos, sobre todo para la gente de casa que hay, que lo siente mucho y se merecen una alegría”, dijo el entrenador, que deja el primer plano a su segundo, Antonio Calle, talismán tras haber ganado el Huesca los dos partidos que ha dirigido.

Habrá alineación de continuidad. Vuelve Timor al centro del campo, está la duda de Ratiu o Pulido en el lateral derecho por la experiencia que tiene el capitán en este tipo de batallas. Aunque el rumano le está respondiendo. En el extremo es más que probable la presencia de Joaquín, más incisivo que Gerard Valentín, que no acaba de romper en esta etapa azulgrana. Y para lo demás no se esperan sorpresas, entre otras cosas porque está funcionando y los resultados acompañan.

A 9 puntos del Oviedo y a 6 de Las Palmas

La victoria del Oviedo en Gijón le deja a 9 puntos del Huesca y el empate del Las Palmas en Eibar marca seis puntos de distancia. Se reducirá a 6 y 3 respectivamente si los azulgranas ganan al Zaragoza. En realidad 7 y 4 por el golaverage a favor de asturianos y canarios.