El Huesca busca un fin de temporada victorioso

Penúltimo asalto del Huesca en El Alcoraz. La temporada agoniza y más si cabe para un equipo, el azulgrana, muy descolgado del objetivo trazado, el ascenso directo o como mal menor el playoff. Ni una cosa ni otra. Ahora la consolación sería pelear por una novena o décima posición porque la séptima y octava están también bastante lejos del alcance de los oscenses.

Ayer recordó Xisco que ese “Top 10” sería la cuarta mejor clasificación del Huesca en Segunda. En otras circunstancias sería para celebrarlo. En el momento actual, y con la capacidad económica que tenía el club para este curso, suena a un consuelo bastante mediocre. Con ello, del mal el menos. Hay incentivos económicos por puestos por los que pelear. Una diferencia que puede ser de unos trescientos mil euros, que con la que se avecina tampoco es para despreciarlo.

La plantilla azulgrana, así lo manifiestan jugadores y técnicos, está por la labor de hacer pleno de victorias en estos cuatro partidos que restan. Encuentros en los que, por añadidura, puede ejercer el papel de juez. No en vano Sporting, Amorebieta y Real Sociedad B andan con apuros por abajo y el Valladolid por arriba cuando se vaya a bajar el telón.

Están los valores del orgullo y de la ilusión de despedir con dignidad y de la mejor manera esta frustrante temporada en la que, se diga lo que se diga, más que decepción hay un fracaso sin paliativos y merecedor de un severo y riguroso análisis dentro del club. La afición, desde fuera, ya ha expresado el disgusto que en justicia merece lo sucedido.

Xisco dispone de todos sus futbolistas, excepción hecha de Lago Júnior. Está recuperado Lombardo y por tanto el técnico tiene materia prima donde elegir.

Aunque ya fue rotundo al asegurar que no habría grandes novedades y que seguía contando con los jugadores que lo están haciendo últimamente. Y en esa nómina de los recientes titulares no está Jorge Pulido, por lo que parece poco probable que sea de la partida aunque no esté descartado. Si nos atenemos a los que están jugando, la única novedad sería la de Marc Mateu, cumplida la sanción, en el costado izquierdo.

En el Sporting, líder hasta la décima jornada y que parecía que iba a vivir “su” año, ha tenido una caída en picado estrepitosa. Abelardo llega como tercer entrenador tras Gallego y el fiasco de Martí. Su dinámica es tan mala que solo puede cambiar a mejor. La afición confía en el “efecto Abelardo” para dar un golpe de timón y salvar los muebles.