Media liga... y por el buen camino

El domingo pasado, con el empate a un gol cosechado en El Plantío de Burgos, el Huesca cerró la primera vuelta de la liga, y también la actividad futbolística en este año 2022.

Haciendo un balance de lo que ha sido esta primera mitad de la competición, ahora que los de Ziganda ya se han medido a todos los equipos, se puede decir que es bueno, aunque desde luego pueda mejorar mucho.

No hay que olvidar que esta plantilla tuvo que dejar salir por motivos económicos a piezas importantes durante los últimos años, y que los fichajes que han llegado no han sido desde luego estrellas de la categoría ni mucho menos. Con esos mimbres, y las lógicas limitaciones, el terminar la primera vuelta justo en mitad de la tabla, en el puesto undécimo, es una buena trayectoria. A todo el mundo le gustaría haber sumado algún punto más, y ocupar algún puesto más cabecero, pero los números son los que son y dicen que el Huesca está justo en la mitad.

Es curioso el balance de victorias y derrotas de los de Ziganda, puesto que en los 21 partidos de esta primera vuelta el equipo ha ganado, empatado y perdido el mismo número de partidos, siete. Y esos 28 puntos han llegado gracias a rentabilizar al máximo cada gol anotado, puesto que este Huesca ha marcado hasta ahora 17 goles, a menos de uno por partido. De hecho es el quinto equipo que menos ha marcado hasta ahora. Solo hay que ver que su máximo goleador, Juan Carlos, lleva cuatro tantos, y que los delanteros apenas han visto puerta, con dos tantos de Kanté y de Carrillo y uno de Escriche y Kevin Carlos.

Eso se compensa, en cierto modo, con el hecho de que solo han encajado 18 tantos, también menos de uno por partido, siendo el noveno equipo que menos encaja. Además el Huesca ha dejado en once ocasiones la portería a cero y Andrés es el séptimo portero con más paradas de la categoría, cincuenta.

Unos datos que refuerzan la imagen del Huesca como un equipo fuerte y ordenado atrás, al que le cuesta marcar pero que lo compensa con su buen hacer defensivo.

La noche y el día

Llama sobre todo la atención el desequilibrio del rendimiento del equipo en El Alcoraz y fuera, puesto que los números hablan de que fueran dos equipos distintos los que saltan al campo en el coliseo azulgrana y en otros campos de la categoría.

Si la clasificación de Segunda solo se elaborara con los partidos jugados en casa, el Huesca ocuparía ahora mismo plaza de playoff y estaría a un paso del ascenso directo, ya que es tercero con 21 puntos, y eso que ha jugado diez encuentros, uno menos que varios de sus rivales.

En esos diez compromisos, el Huesca ha ganado seis, ha empatado tres y solo ha perdido uno, contra el Cartagena allá por el mes de agosto cuando arrancaba la competición. Además ha marcado once goles, más de uno por partido, lo que significa que el jugar en casa prácticamente garantiza marcar, y ha encajado solo cuatro goles, y tres fueron precisamente en esa derrota ante el Cartagena, lo que quiere decir que en los otros nueve partidos de casa solo han recibido un tanto.

Unos números muy positivos, y que desde luego son los que están manteniendo al Huesca en zona tranquila y con aspiración de mirar hacia arriba.

Porque lo que es fuera de casa, la historia cambia drásticamente. En este caso el Huesca ha jugado once partidos, y ha sumado unos pobres siete puntos, merced a su única victoria, en Oviedo, y a cuatro empates. En la hipotética clasificación de partidos fuera de casa el Huesca sería el 18º, rozando puestos de descenso. Y en cuanto a tantos, el equipo azulgrana solo ha marcado seis y ha encajado 14, por lo que esa firmeza defensiva, principal seña de este Huesca, también baja bastante cuando toca salir de Huesca. Por ahí está la clave para que el equipo mejore su rendimiento en la segunda vuelta.