Un derbi con dinámicas totalmente opuestas

La SD Huesca y el Real Zaragoza afrontan el primer derbi aragonés de la temporada con dinámicas y sensaciones muy opuestas. Un hecho difícil de imaginar al principio de la temporada cuando los azulgranas no sabían lo que era ganar y los blanquillos no conocían la derrota. La situación ha cambiado, y las sensaciones también para dos conjuntos que, por encima de todo, encaran el encuentro con un único objetivo: volver a encontrarse con la victoria.

En tierras oscenses, el optimismo es rotundo tras el buen hacer del equipo entrenado por Antonio Hidalgo en las dos últimas jornadas, en las cuales consiguió ganar al Amorebieta en Lezama y empatar contra el Espanyol en El Alcoraz, ambos con una imagen mejor y diferente a la vista en las primeras diez jornadas de liga. Y si contamos el duelo copero contra el Águilas, se puede decir que encadenan cuatro encuentros sin conocer la derrota.

Cabe decir que la llegada del técnico catalán al banquillo azulgrana ha servido para darle cierto lavado de cara al vestuario y también en lo psicológico, donde el trabajo ha tenido que ser mucho más profundo para conseguir mayor soltura en el terreno de juego.

Sin muchas florituras, la SD Huesca llega a La Romareda con una derrota en los últimos cinco partidos de liga disputados, en los que Hidalgo ha sumado seis puntos de quince posibles. Números que a simple vista parecen escasos pero que realmente han servido de mucho para ver un equipo con mejores sensaciones y con un punto más de competitividad.

Más allá de dichos puntos, la solidez defensiva que ha demostrado le ha permitido sumar dos porterías a cero en las cinco últimas fechas y en ninguno de dichos encuentros ha encajado más de un tanto en cada partido. En ese sentido, las estadísticas también refuerzan el crecimiento del Huesca a estas alturas del curso, pues ha conseguido ser un rival mucho más difícil de batir y, sobre todo, con más confianza en sí mismo.

Una preocupante caída del rendimiento blanquillo

Por su parte, el Real Zaragoza es todo lo contrario ahora mismo. El equipo entrenado por Fran Escribá inició la temporada de manera inmejorable, ya que hizo pleno de puntos en las primeras cinco jornadas de liga. Triunfo tras triunfo, se asentó en lo más alto de la clasificación y fue considerado como un candidato a todo este nuevo curso. Sin embargo, todo ha cambiado a partir de ahí, pues tanto su rendimiento como la imagen mostrada han ido decayendo con el paso de las semanas hasta el punto de encontrarse Escribá en la cuerda floja.

Tal es el preocupante momento del equipo blanquillo que llega con tan solo una victoria en los últimos diez encuentros de liga disputados. Sumado a cuatro empates hacen la friolera de siete puntos de treinta posibles, o lo que es lo mismo la mitad de puntos en el doble de partidos respecto a las primeras cinco fechas. Para mayor preocupación, dicho triunfo fue ante el Andorra en la jornada 9, por lo que ha pasado más de un mes sin sumar de tres.

Junto a los malos resultados y como le sucedía al Huesca, el bloqueo mental parece evidente.

Permanencia contra ascenso

Las dinámicas actuales de ambos equipos, por muy diferentes que sean a las del comienzo de temporada, no han condicionado lo más mínimo sus objetivos.

Por un lado, la SD Huesca buscará el triunfo con la esperanza de poder escapar de la zona de descenso, en la cual se encuentra inmerso a tres puntos del Andorra, que delimita los puestos de permanencia.

Y por otro, el Real Zaragoza afronta el derbi aragonés con la urgencia de volver a ganar cuanto antes y, además, con ganas de meterse de lleno en los puestos de play off, los cuales tiene ahora mismo a tres puntos.

El primer derbi aragonés del curso llega con una clara necesidad para ambos equipos, por lo que se espera que la igualdad sea la protagonista de uno de los encuentros más especiales de la temporada.