Huesca

EDUCACIÓN

Las bibliotecas de Huesca se llenan durante los exámenes

La de Empresa y Gestión Pública es a la que más usuarios acuden, mientras que la de la Escuela Politécnica Superior no tiene problemas de espacio

Las bibliotecas de Huesca se llenan durante los exámenes
Las bibliotecas de Huesca se llenan durante los exámenes
S.E.

HUESCA.- Con el mes de enero llega la época de exámenes del primer cuatrimestre. Una época en la que gran parte de los universitarios llenan las salas de estudio de las bibliotecas. El principal problema al que se enfrentan los estudiantes cada día es la dificultad de encontrar un sitio para estudiar. "Durante los exámenes, va muchísima gente. Los fines de semana incluso hay cola para entrar. Aunque llegues a primera hora de la mañana, te toca esperar", apunta Susana Roldán, estudiante de oposiciones de Educación y usuaria habitual de las bibliotecas oscenses.

La capital altoaragonesa cuenta actualmente con tres bibliotecas públicas: las municipales Antonio Durán Gudiol y Ramón J. Sender y la Biblioteca de Huesca. La estudiante de magisterio infantil Verónica Wilcox acude a esta última. "Voy siempre a la misma por el silencio que hay en las salas que te permite estudiar de verdad y por la ayuda que proporciona el personal que trabaja allí", explica.

Además, los estudiantes universitarios también tienen a su disposición las bibliotecas de las facultades del campus de Unizar en Huesca: la de Ciencias de la Salud y el Deporte, la de Empresa y Gestión Pública, la de la Escuela de Enfermería, la de Ciencias Humanas y de la Educación y la biblioteca de la Escuela Politécnica Superior. La opositora Susana Roldán señala como puntos positivos de las bibliotecas de la Universidad "el buen estado de las instalaciones, así como el entorno de estudio y los recursos que se pueden consultar".

Con respecto a los horarios, la Biblioteca Pública de la ciudad está abierta de 9 a 21 horas ininterrumpidamente, y los sábados hasta las 14 horas. Por su parte, las municipales abren por las tardes desde las 16 hasta las 20:30 horas, y los sábados por la mañana.

Este aspecto influye en los estudiantes, ya que las de la Universidad son las que más tiempo permanecen abiertas, de 8:15 de la mañana hasta las 21:15 entre semana y hasta la 1 de la madrugada los fines de semana durante la época de exámenes. Este horario, que según Verónica Wilcox "debería adaptarse un poco mejor a las necesidades de los estudiantes", solo lo mantiene la Biblioteca de Empresa y Gestión Pública, que abre como sala principal y única de estudio para todo el Campus de Huesca.

En relación a este aspecto la estudiante de Ciencias Ambientales Alba Vaquero lamenta la escasez de plazas para estudiar durante los fines de semana. "Entre semana, acudo a la biblioteca de mi facultad en la Escuela Politécnica Superior donde no hay problema de espacio, quizá debido a su ubicación fuera de la ciudad. Sin embargo, los fines de semana, al estar solo abierta una biblioteca, es imposible ir a estudiar allí", apunta.

El problema del espacio viene determinado por el gran número de universitarios que estudian en Huesca en relación con el número de plazas existentes en las bibliotecas.

La ciudad cuenta actualmente con 2.653 estudiantes matriculados en el curso 2018-2019 repartidos en las diferentes facultades, mientras que las plazas existentes en el conjunto de las bibliotecas de la universidad tan solo asciende a 560.

SOLUCIONES DESARROLLADAS

La aglomeración en las bibliotecas ha dado lugar a la aplicación de ciertas normativas en algunas de ellas, como en la de Empresa y Gestión Pública, una de las más concurridas debido a "su buena ubicación y sus instalaciones nuevas", tal y como señala José Manuel Ubé, director de la misma. En ella, muchas personas guardaban su sitio poniendo sobre las sillas libros o cuadernos, de modo que impedían la ocupación de ese lugar por parte de otro estudiante. Para evitarlo, hay establecido un reglamento por el cual, tras una ausencia de 30 minutos, otro usuario puede demandar al personal bibliotecario que retire las pertenencias y la plaza queda libre para otro ocupante. De esta forma lo explica Ubé, quien apunta: "Es muy complicado controlar ese tipo de situaciones por parte del personal, por ello también son los propios usuarios quienes controlan y nos informan. Queremos concienciar a los estudiantes de que no pueden hacer eso, sobre todo por respeto a sus compañeros".

Así mismo, durante los fines de semana, solo los estudiantes con el carné universitario pueden acceder a la biblioteca.

Otra de las herramientas que han desarrollado desde la universidad para ayudar a los estudiantes, es una aplicación a través de la cual los alumnos pueden consultar el estado de las salas de estudio de manera actualizada, es decir, si la ocupación en ellas es baja, media o alta.