Ignacio Espiau: "El registro de la jornada laboral no es fin, sino una herramienta contra el fraude"

HUESCA.- La "gran preocupación" del sector empresarial por el registro de la jornada laboral a la que Ceos llevaba aludiendo desde la aprobación de la norma se tradujo ayer en tres salas llenas de empresarios para escuchar las aclaraciones que hizo Ignacio Espiau, jefe de la Inspección de Trabajo en Huesca.

Ceos había organizado esta jornada por "la preocupación por lo que pueda pasar", ha explicado antes del acto Fernando Luna, presidente de la patronal altoaragonesa. La medida genera "muchas dudas", especialmente entre las pequeñas y medianas empresas "porque la gran empresa está localizada en un sitio y es mucho más fácil cualquier tipo de registro horario".

Esta incertidumbre ha conllevado que el espacio inicial -el salón de actos de Ceos con 70 asistentes previstos- se trasladara al Centro Cultural Villahermosa de Ibercaja, donde además del salón de actos se habilitaron otras dos salas -con retransmisión en "streaming"- para acoger a los más de 200 empresarios que acudieron.

En su intervención, Espiau ha recalcado que la medida es "obligatoria" desde su entrada en vigor, el pasado 12 de mayo, aunque la Inspección de Trabajo, "como con cualquier otra ley", aplica "el principio de prudencia y cautela" en su primer periodo, algo que condicionará especialmente "la actitud proactiva de la empresa" en el cumplimiento de la nueva ley.

HERRAMIENTA PARA DAR CON EL FRAUDE EN LAS HORAS EXTRA

El jefe de la inspección laboral de Huescaha subrayado que "el registro no es un fin en sí mismo", sino la herramienta para "encontrar un fraude", el de las horas extra que se trabajan pero el empresario ni paga ni compensa con días de descanso.

Espiau, que ha afirmado que "no hay ninguna campaña específica" por este asunto, insistió en que el control de la jornada debe ser "diario" y registrar el horario de inicio y de fin de la jornada. Además, "se recomienda" que también se haga figurar "de alguna forma" los periodos intermedios, como, por ejemplo, los descansos en las jornadas partidas.

El jefe de la Inspección de Trabajo en Huesca ha enfatizado que el registro es "obligatorio, no voluntario", como normal general, con las excepciones de los trabajadores con regulación propia específica, jornadas especiales o autónomos.

También se aplica para el teletrabajo, quienes trabajan fuera de la empresa -reparadores a domicilio, por ejemplo- o los trabajadores de las ETT, aunque Espiau precisó que su aplicación concreta depende de la negociación entre empresa y representantes sindicales.

"No es válido mostrar el horario anual, los cuadrantes o el calendario, que no suplen el registro" diario de la jornada. Esos documentos "son previsiones, no lo que se ha hecho realmente", insistió.

Las empresas están obligadas a conservar los registros durante cuatro años.