Huesca

PROYECTOS DE ACOGIDA

El programa de refugiados de Cruz Roja necesita apoyo de voluntarios

La entidad requiere en Huesca ayuda para las actividades estivales de inmersión lingüística

El programa de refugiados de Cruz Roja necesita apoyo de voluntarios
El programa de refugiados de Cruz Roja necesita apoyo de voluntarios
S.E

HUESCA.- El proyecto de Cruz Roja Huesca de Acogida e Integración de los solicitantes de protección internacional, que lleva en marcha desde febrero de 2018, cuenta con un servicio de aprendizaje del idioma que resulta clave para la plena integración de estas personas en el país de acogida, y que requiere del apoyo de personas voluntarias.

Este servicio, transversal durante todo el itinerario, prevé un apoyo para una progresiva inmersión lingüística de los usuarios a través de cursos impartidos por personal voluntario y otros recursos externos siguiendo las especificaciones establecidas dentro del Marco Común de Referencia de la Lengua del cual se deriva el Plan Curricular del Instituto Cervantes que se utiliza, en Cruz Roja Española, como marco de actuación lingüística.

El coordinador del servicio, Eduardo Dañobeitia, es el encargado de la preparación de las clases y la formación del voluntariado, a quien acompaña y guía durante todo el proceso, tutorizando a aquellos voluntarios que lo precisen durante sus primeros momentos en el aula. "Contamos con diferentes perfiles, desde estudiantes de magisterio a profesores jubilados, pasando por personas que nada tienen que ver con la docencia pero que con mucha motivación y trabajo enseñan día a día el idioma a los refugiados.

Además, enseñar español, comprender los recursos y dinámicas de un aula de idiomas, es algo que acaba enganchando a cualquier amante de la enseñanza desde cualquier nivel del que parta", detalla Dañobeitia.

Actualmente cuentan con cinco voluntarios que participan en las diferentes clases que se imparten para la alfabetización y la lectoescritura, además del refuerzo para la realización de las pruebas de nivel de idioma.

María, una de las voluntarias que participa en las clases de castellano, explica que lo que le movió a embarcarse en esta aventura fue intentar ayudar a un colectivo que no siempre es bien aceptado.

"Los refugiados necesitan aprender español lo antes posible pero también necesitan que alguien les escuche hablar de lo que han dejado atrás: familia, trabajo, amistades, costumbres... ¡y de lo raros que somos los españoles!".

Todo esto contribuye a "una clase llena de risas y de malentendidos que te engancha y hace que no pierdas tu interés por enseñar y por conocer otras culturas que probablemente sólo conocerías por las noticias trágicas en los medios de comunicación", explica María.

UNA AYUDA DE IDA Y VUELTA

Entre estos voluntarios están los propios refugiados que, para devolver parte de lo que reciben, deciden ayudar a otras personas en las actividades que realiza Cruz Roja Huesca. Es el caso de 4 jóvenes venezolanos que colaboran en el proyecto de Promoción del éxito escolar de Cruz Roja Juventud. "Es una forma de agradecer todo lo recibido y, al tiempo, conoces a otros jóvenes con la misma motivación, lo que te ayuda poco a poco a tejer red aquí", comenta uno de ellos que, por razones de seguridad, no podemos desvelar su identidad.

Lo mismo opina Y. R. (38), quien ha encontrado en el voluntariado una válvula de escape para olvidar todo lo vivido y centrarse en lo que está por venir.

"Siempre me han gustado las emergencias, y aquí he podido desarrollar esa vocación, formarme y participar en los diferentes servicios preventivos que ofrece Cruz Roja", apunta.

H. M. (45), sin embargo, prefiere el trabajo con las personas mayores porque, apunta, "necesitan compañía, alguien con quien poder hablar y que les escuche". "Nosotros - añade- tenemos esa misma necesidad, por lo que ha sido una suerte encontrarnos en el camino".