HUESCA.- Doce entidades de Huesca relacionadas con el folclore recibirán este año la Parrilla de Oro y la noticia ha sido acogida con verdadera emoción en el seno de estas asociaciones.

José Luis Ibor, presidente de la Escuela Municipal de Folclore y Jota de Huesca, recibió con agrado este reconocimiento y afirmó que "no deja de ser una sorpresa" para una entidad presente desde el año 1972 y por la que ha pasado "muchísima gente ligada al folclore tanto ahora como en el pasado", apostilló.

Del mismo modo, afirmó que una de sus prioridades es el mantenimiento del folclore, especialmente el del Alto Aragón y el aprendizaje, ya que en la actualidad cuentan con más de 300 alumnos que, según espera su presidente, "recibirán con mucha alegría esta noticia de cara al inicio del curso en septiembre".

Este reconocimiento, declaró Pablo Gracia, de la Asociación Cultural Acordanza, es un "empuje más" a la labor que desde instituciones como el Ayuntamiento de Huesca, la Diputación o las Cortes de Aragón están haciendo para la clasificación de la jota como bien inmaterial.

Estar en el Ayuntamiento en el arranque de las fiestas será una forma de "redondear" unas fiestas en las que el folclore tiene "mucha presencia" hasta el mismo final de fiestas, con el desfile que se realiza durante la ofrenda a San Lorenzo.

"La jota y el folclore merecen todos los reconocimientos del mundo", apuntó el jotero Roberto Ciria, responsable de la Compañía Artística Osca. Para ellos, que siguen infundiendo esta pasión que le transmitieron sus "maestros", estos galardones "te cargan las pilas para seguir trabajando".

"Nos da más fuerza aún para seguir luchando por tan importante legado y, así, poder transmitirlo a nuevas generaciones, de forma que nunca muera", apuntó el cantador Toño Julve, de la Escuela Alborozo. "Esta distinción no es sólo nuestra, sino de nuestros alumnos, amigos y familiares que son testigos de nuestra labor diaria en pro del folclore".

Desde los grupos folclóricos recibieron este martes la noticia con "mucha alegría" y emoción, destacaron Noemí Lanaspa, de Estirpe de Aragonia; Alicia Monaj, de Santa Cecilia; y Pablo Urós, de Os Faticos. Lanaspa dijo que este sería un buen "regalo de cumpleaños" para el 35 aniversario de su asociación. Pusieron en valor la "cantera" que tienen en las escuelas, que seguirá con esta labor en los próximos años, niños y chavales a los que intentan transmitirse la "ilusión" con la que viven el folclore, que ya supieron inocularles los que les precedieron. "No es un reconocimiento sólo a los de ahora, sino a todos los que han estado", dijo Urós.

Para que todos estos grupos puedan actuar durante las fiestas, y los oscenses puedan salir ataviados con el traje regional durante la procesión y la ofrenda, es vital la labor que realizan establecimientos como A Faldriquera y La Cardelina, regentados por María Ángeles Buesa y Regina Trigo, respectivamente. Ambas agradecieron que se tenga en cuenta el "trabajo" y "esfuerzo" que realizan para que "nuestra indumentaria luzca lo mejor posible y ofrecer a todo el mundo la posibilidad de que lo pueda hacer", apuntó la responsable de La Cardelina. Aparte de su papel, insistieron las dos en que es la indumentaria "parte de la cultura" y este reconocimiento "hace que se oiga más el folclore", apuntó Buesa.