Huesca

CRÍTICA MUSICAL

Cóctel musical prelaurentino

Emociones a la Carta celebra su 10º aniversario con actuaciones en las tres provincias aragonesas

Cóctel musical prelaurentino
Cóctel musical prelaurentino
D.A.

POR LA razón que sea, al ser humano le gusta celebrar las onomásticas de números redondos. Y, desde luego, el 10 es un número muy redondo. Así que Toño Julve vio muy claro que el 10º aniversario de la creación de su proyecto Emociones a la Carta no podía pasar desapercibido y se ha montado toda una señora gira aragonesa, que pasará por las tres capitales de la Comunidad. Tras su arranque en las Fiestas del Ángel de Teruel, el miércoles aterrizó en el Teatro Olimpia de Huesca y finalizará su periplo en noviembre en el zaragozano Teatro de las Esquinas.

En la capital oscense, como no podía ser de otra forma, su actuación ha tenido lugar en plena eclosión prelaurentina, con el aroma a albahaca poniendo ya nervioso al personal. Con un Teatro Olimpia lleno hasta la bandera y con Fran Montaner como (breve) maestro de ceremonias, Toño Julve quiso rememorar el momento en que hace 10 años, junto a Juanjo Almarza (director musical del proyecto), Carlos Luna (hombre-para-todo: percusión, bajo, guitarra), Carlos Ochoa (violín) y la cantante Mari Paz Raya, dio nacimiento a un grupo que ha ido incorporando diferentes miembros a lo largo de su trayectoria y que ha hecho bandera de su eclecticismo musical. Desde sus inicios, sus espectáculos han sido un cóctel de sonidos: jotas, boleros, tangos, pop, rumba, copla y, por supuesto, mucho humor. Porque si Toño Julve anda metido en algún sarao es seguro que el humor y la retranca no van a faltar. Es un showman en toda regla, capaz incluso de sacar al público un aplauso para el inventor del aire acondicionado. Por ejemplo.

Aunque Carlos Ochoa no estaba presente, su lugar lo ocupó con sensibilidad y buen gusto la búlgara Daniela Nikolova. Y la formación instrumental se completó con Lorién Sierra (cuerda y percusión) y David Cay (guitarra, plectro y bajo). Todos ellos forman una sólida argamasa musical que sirve de base a un verdadero desfile de voces, con los más diversos timbres y tonalidades. El inicio del recorrido se produjo con una versión adaptada del clásico "Fernando" de Abba, reformulado como "Emocionando", que sonó un poco como aquello que cantaba Lina Morgan de "Gracias por venir". A partir de allí, comenzó la pasarela de voces con Mari Paz Raya, recién llegada de Ibiza, y su sentida versión de "El hombre del piano", el tema de Billy Joel que popularizó en español Ana Belén. Después, Regina Trigo, con su preciosa y cristalina voz, clavó las "Habaneras de Cádiz" de Carlos Cano, con José Luis Ochoa en la bandurria. Tomó el relevo Susana Gil, quien, con tronío y acompañada en el baile con capote por Susana Raya, interpretó una racial versión de "El relicario". A Isabel Boli le tocó en suerte la versión de "El sol no regresa" de La Quinta Estación, mientras que Celia Cáliz hizo suya esa maravilla que es "Un año de amor", tema que cantó Luz Casal adaptando la canción "C´est irreparable" de Nino Ferrer. Carlota Boli fue la protagonista principal de "Solo si es contigo" de Bombai, y Toño Julve le puso todo su sentimiento a "Canción de cuna para María", con letra suya y música de Pedro Paúl, presente en la sala.

Llegó después el momento de las "Sevillanas por la Bahía", en las que los grandes protagonistas fueron Susana Raya y sus alumnos y alumnas, que le pusieron acento sureño a la velada. Y la montaña rusa de emociones (a la carta) siguió con "90 minutos", canción que Vanesa Martín compuso para India Martínez (aquí interpretada por Susana Gil), y con "No puedo quitar mis ojos de ti", la versión en español del "Can´t take my eyes off you" de Frankie Valli, que años después fue llevada al sonido disco por Boys Town Gang. Acto seguido, Toño dio rienda suelta a su pasión por el tango con una emocionada versión de "La cumparsita", seguida de ese clásico "Rojo clavel" compuesto por el maestro Rafael de León que popularizaron dos grandes tonadilleras, Rocío Jurado e Isabel Pantoja, y que aquí fue defendida con arrojo por Celia Cáliz. Pero las emociones no cesaban y seguirían con Carlota Boli revisando el "Sin ti no soy nada" de Amaral y con Julve poniendo sentimiento a esa joya inmarchitable que es "Amigo" del gran Roberto Carlos. Tras la interpretación a la manera soul que Celia Cáliz hizo de "La chica de ayer" de Nacha Pop, llegó el momento de la rumba con "Trigales verdes (Qué bonita es mi niña)" interpretada por el matrimonio que forman Susana Raya (baile) y Toño Julve (voz), que hizo reír al personal (y avergonzar a Susana) cuando comentó que esta canción la ensayan en casa en bragas y calzoncillos.

Y tras la vibrante versión de "Tan poquita cosa" de Pasión Vega en la voz de Susana Gil, se llegó al tramo final con el apartado más autóctono de la noche. Toño interpretó "La pañoleta triste" (con música de José Luis Urbén), y junto a Fernando Casaus (bandurria) y la cantadora Rosa Piracés ofreció un emocionado recitado sobre la base musical del vals de las cintas de los danzantes de Huesca, que derivó en la "Jota de San Lorenzo", bailada a dúo con vestimenta peñista, y en la interpretación de "Un peregrino en Huesca" con todo el elenco sobre el escenario. Por supuesto, y aunque ya se llevaban más de dos horas de espectáculo, hubo bis y volvió a sonar el "Fernando/Emocionando" de Abba. El dance de las espadas, con las palmas de todo el público, puso el punto final a esta velada conmemorativa.