Las completas llenan la basílica de fieles, devoción y arte

HUESCA.- La basílica de San Lorenzo era en la tarde de ayer un remanso de sosiego en medio del barahúnda festiva de la zona centro, en la que se encuentra ubicada. Y fue así no por falta de afluencia: tanto la misa que cerró el triduo a San Lorenzo como el rezo de las completas abarrotaron el templo, con numerosas personas que siguieron esta segunda celebración de pie. Las completas no solo llenaron la iglesia de fieles u oscenses deseosos de honrar a San Lorenzo, sino de devoción y arte en una celebración que presidió el obispo de Huesca, Julián Ruiz Martorell.

En la parte musical del rezo de la tarde que cierra la liturgia de las horas, se interpretó la composición del músico aragonés Pablo Hernández (siglo XIX). Lo hicieron el Coro Ars Musicae y la Coral Oscense con la Orquesta de Cámara de Huesca, dirigidos por Javier Ares.

En la monición de entrada, se recodó que las completas, que se rezan cada día, eran ayer más solemnes con motivo de la fiesta de San Lorenzo para predisponer el espíritu a celebrar la festividad de hoy.

Supone, subrayaba el texto, una oración de gratitud por la vida del San Lorenzo e invitan a reflexionar sobre la santidad, alcanzada por el patrón de la ciudad y que no es una meta lejana.

En el altar mayor del templo lucía, como en las últimas jornadas, el busto de San Lorenzo, que hoy sale en procesión, y las reliquias del santo, además de los atributos basilicales, que participan esta mañana en la procesión.

La celebración religiosa concluyó con la emotiva interpretación del Himno a San Lorenzo.